Pergamino: La estafa que en 12 horas se convirtió en la fiesta de egresados más solidaria

De la fiesta soñada y esperada a una pesadilla. Esa fue la sensación por la que atravesaron los 54 chicos egresados de la Escuela Agropecuaria Nº 1 de Pergamino, que cuando faltaban pocos días para la gran noche de graduación vieron como sus sueños comenzaban a desvanecerse. Es que unas pocas horas antes de la gran celebración se enteraron que Andrés “Flecha” Escobar, el presunto estafador y encargado del catering que habían contratado, había desaparecido con los 300 mil pesos que habían recaudado con tanto esfuerzo y trabajo durante todo el año.

La situación se volvió aún más inverosímil cuando se dio a conocer que Escobar es el padre de uno de los estudiantes estafados. El joven resultó engañado no solo el día de su graduación sino, además, en la fecha de su cumpleaños. Y encima por su propio padre.

Luego del escándalo y habiéndose efectuado la denuncia correspondiente, Escobar apareció, aunque sin dinero y sin el servicio prometido. Excusándose con la versión de que había sido secuestrado y le habían robado, se presentó en la Comisaría Primera de Pergamino.

Tras conocerse el hecho, la comunidad de Pergamino se hizo eco de la bronca e indignación y la solidaridad, tan escuchada por estos días, volvió a decir presente: las donaciones y colaboraciones de todo tipo, por parte de empresas, trabajadores de la educación y particulares, se hicieron presentes.

En ese momento y cuando la impotencia y desesperanza les estaba ganando la pulseada, y la fiesta parecía cada vez más lejana, los chicos y sus familiares comenzaron a pedir la colaboración de los vecinos a través de las redes sociales.

La comunidad educativa de la E.E.S.A Nº 1, “Ingeniero Agrónomo Lorenzo R. Parodi”, logró, finalmente, reunir todo lo necesario para que los egresados tuvieran su ansiado y merecido festejo. En tiempo récord se acondicionó el Salón de la Asociación Rural y se realizó la celebración, de acuerdo a lo informado por el portal pergaminoverdad.

En medio del amargo sabor del engaño y la desilusión, una vez más asomó la solidaridad de la gente que entregó lo mejor de sí. Hubo fiesta, hubo alegría, unión y también feliz cumpleaños para el hijo de Escobar, quien fue, quizás, el más damnificado. (La Capital)