Según la misiva que publicó Fernando Gennero que llevó a los trabajadores santiagueños a pueblo, sufrió una serie de discriminaciones por una parte de la sociedad. Un relato que desnuda como actuamos como sociedad, en medio de una pandemia que cambiara el mundo en su economía, y en la relaciones sociales. La misma dice
“Buenas noches, mi nombre es Fernando Gennero y junto con Rubén Polola fuimos los conductores que llevamos a los 7 muchachos santiagueños a la localidad de Salavina, de los cuales 4 dieron positivo para COVID 19.
Quisiera hacer mi descargo debido a todos los comentarios que han circulado en los últimos días, algunos de los cuales me resultaron muy mal intencionados.
Al terminar mi carta, que pretendo se haga pública voy a exponer los certificados oficiales de los hisopados que nos fueran realizados y los cuales para tranquilidad nuestra, la de nuestra familia y allegados, son negativos.
A través de esto quiero llevar tranquilidad a los vecinos de Pergamino porque nosotros no estamos contagiados.
Sé que mucha gente estaba preocupada, pero también gente, que sin medir consecuencias hizo publicaciones muy mala leche.
A esas personas, que evidentemente han de estar muy al pedo, aburridos seguramente de esta eterna cuarentena y que entonces se transforman en grandes opinólogos y reenviadores de mensajes que ni siquiera saben de donde salieron, a ellos les digo que hacen mucho mal.
Todos tenemos una familia detrás, amigos, vecinos que saben quienes somos, nos quieren y nos valoran. A esas personas que no entienden que si Dios nos dió una boca y dos orejas es para escuchar más y hablar menos, les digo no se crean inmunes, ustedes también pueden contagiarse y no saben lo feo que es que te traten como leprosos.
Nosotros no cometimos ningún pecado, solo fuimos a trabajar. Fuimos contratados por una empresa local para llevar a estas personas. Cumplimos con todos los permisos y habilitaciones que hay que tramitar para poder viajar. Cumplimos con todos los protocolos de seguridad que nos exigían, uso de barbijos y máscaras, distanciamiento social, higiene constante de manos con alcohol en gel y desinfección permanente con lavandina del vehículo.
Quienes me conocen saben de lo obsesivo que soy con que todo esté en condiciones. Fuimos parados por todos los controles y se nos realizaron todos los controles de protocolo a nosotros y a los pasajeros que se realizan al entrar en la provincia de Santiago del Estero, que si alguno averigua, son muchos más estrictos que en la provincia de Bs. As.
Y todo estaba bien. Dejamos a estos hombres y pegamos la vuelta. Nunca tuvimos contacto estrecho ni con ellos ni con nadie. Por eso, cuando esta semana nos desayunamos con esto después de 15 días no entendíamos nada. Nunca tuvimos ningún síntoma que nos hiciera sospechar y los muchachos que llevamos llegaron allá en perfectas condiciones y debían permanecer en aislamiento preventivo durante 15 días. Eran 7 personas y después de convivir encerrados durante 15 días en una casa solo se contagiaron 4. Raro no?
Primero recurrí a mi médico de confianza Juan Obraian al cual le estoy muy agradecido porque me transmitió tranquilidad. Luego fuimos consultados por el comisario de Rojas y por la Municipalidad de Pergamino.
A la Municipalidad de Pergamino también queremos agradecerles porque se preocuparon y se ocuparon de nosotros. Estamos bien. A la gente que nos apoyó, muchas gracias y a la que nos castigó y desprestigió que Dios los ayude, no nos olvidemos que en la vida todo vuelve.
Ah, y por si a alguien le interesa el estado de salud de esos muchachos, «personas» trabajadoras que vienen temporada trás temporada a realizar el trabajo que mucho de nosotros no hacemos, ellos están bien”