Acorralado por una investigación que día a día muestra la mala calidad del agua en todo Pergamino, el intendente Javier Martínez (Juntos Por el Cambio) pidió que la causa pase a la justicia provincial y deje de estar en manos del Juzgado federal de San Nicolás.
Hasta ahora, el juez Carlos Villafuerte Ruzo había concluido con un estudio que demostró que el agua recolectada de tres barrios de las afueras de Pergamino, estaba contaminada con 18 tipos diferentes de agroquímicos. Muchos de ellos, altamente potencialmente mortales para la salud humana.
La maniobra que intenta el municipio busca sacarle el expediente a la justicia federal y entregárselo a la justicia ordinaria, pese a que el caso Pergamino disparó un sinnúmero de otros casos en la provincia, lo que a priori determinaría un estudio global de la problemática
Es que, tanto el rol del magistrado Villafuerte Ruzo como del fiscal de la causa Matías Di Lello, ha sido por demás eficiente y deja un precedente que pone en aprietos a los municipios que son denunciados por casos similares, como los pedidos de análisis del agua en Bragado, Rojas, Chivilcoy, Junín, General Viamonte, entre otros.
A repasar, en el caso Pergamino la justicia ordenó desde un comienzo la suspensión parcial de toda fumigación cercana a las zonas rurales y posteriormente también pidió que las familias de los barrios afectados –Villa Alicia, Luard Kayad y La Guarida– sean asistidas con agua potable.
Ahora, la investigación apunta a algo más grande con el objetivo de comprobar si la contaminación de las napas de agua puede llegar a poner en peligro la calidad de toda el agua de Pergamino. Es decir, ya no solo de barrios aislados, sino directamente de toda la población.
La denuncia había surgido de un grupo de mujeres de los barrios más afectados por las fumigaciones rurales. En esos centros urbanos, se contabilizaban numerosos casos de alergias, problemas respiratorios y también diferentes tipos de cáncer. El testimonio de las familias fue respaldado por la investigación del Juzgado Federal y comprobado por el informe técnico del área de Toxicología y Química de la Corte Suprema de Justicia, que intercedió por primera vez en un caso de contaminación por fumigaciones en la provincia de Buenos Aires.
Pergamino es una de las zonas en donde más se concentra el monocultivo de soja en toda la provincia. De las 300 mil hectáreas que tiene el partido, el 60% por ciento está destinado a la plantación de la soja transgénica, hecho que atrae a bastas empresas nacionales y multinacionales ligadas al agronegocio.