El origen del incendio, fue la “quema controlada” de basura que efectuó un vecino que, por la acción del viento, se desplazó hasta el lugar donde se encontraba el apiario. “Debemos generar conciencia. No hay que prender fuegos en esta época, ni siquiera siendo controlado”, expresó Pablo Mucabare, propietario de las colmenas incendiadas.
El hecho, ocurrido en zona rural cercana a la localidad de Pinzón, Partido de Pergamino, dejó una pérdida irreparable. Más allá de lo económico, que es notorio, no deja de ser una pérdida emotiva. “Los apicultores en esta región producimos miel por amor a las abejas. No tanto por un rédito económico”, explicó el apicultor a El ABC Rural, compungido por la situación.
Las pérdidas económicas fueron calculadas en alrededor de $400 mil. “Era el último apiario que me quedaba. Sin dudas es una situación difícil que me aleja de la actividad “, expresó Mucabare.
No obstante, su pasión por la actividad hace que esté pensando en resurgir. “Amo la apicultura, las abejas. Es un mundo apasionante que me incentiva a volver a empezar a pesar del duro tropiezo”, destacó.
¿Cómo evitar los incendios de campo?
El 70% de los incendios rurales son producidos por el hombre y el 30 % restante por causas ambientales. Los incendios de pastizales y arbustales abiertos acarrean un alto impacto económico que afecta las finanzas de los productores y del ámbito gubernamental.
Por sus características, los daños no se circunscriben a una región o un ambiente en particular y no respetan límites políticos. Responden a patrones espaciales modulados por las condiciones climáticas, el combustible acumulado y la actividad humana. (Crédito ABCRural)