Investigadoras e investigadores del Centro de Estudios Parasitológicos y de Vectores (CEPAVE) hallaron dos “cascarudos” -ejemplares del pez Hoplosternum Littorale- en el Arroyo Buñirigo de Magdalena y, al analizarlos, encontraron en sus intestinos un parásito que tenía ventosas redondas, grandes y un ovario compuesto por siete lóbulos. “Nos dimos cuenta de que estábamos frente a algo nuevo, pero no sabíamos bien de qué se trataba porque eran características muy raras y diferentes. No sabíamos a cuál de las familias conocidas podía pertenecer”, explicó Martín Montes, investigador del CEPAVE, centro asociado a la Comisión de Investigaciones Científicas de la Provincia, en un comunicado difundido por el organismo.
Luego de varios estudios comparativos, llegaron a la conclusión de que encontraron un nuevo género y una nueva especie que, entre otras particularidades, se destaca por ser hermafrodita, pero no es lo único. “Las ventosas, las formas del reproductor, la disposición de los vitelarios, todo era muy diferente a lo que estaba registrado en otros grupos”, subrayó.
La similitud de las ventosas con una pelota de fútbol y el fanatismo del investigador por este deporte lo llevaron a pensar en la identidad de su nuevo descubrimiento. Tenía una certeza: “Cuando vi esas dos ventosas grandes y redondas dije ‘¡son pelotas de fútbol!’”. Faltaban meses para el inicio del campeonato mundial de fútbol masculino Qatar 2022. Sin embargo, ya se disputaba entre dos posibilidades: ¿Debía llamarlo en reconocimiento a Messi o a Maradona?
La primera idea sugería ponerle Messi Maradoneana pero algo no lo convencía. “Cuando trabajás en una especie y un género, es más importante el género que la especie. Entonces era como darle prioridad a uno sobre el otro”, detalló.
El género es una clasificación superior a la especie porque puede incluir varias especies a la vez. Finalmente, la familia es una categoría superior porque incluye varios géneros. De esta manera, el incipiente género de digeneos fue bautizado Diegoglossidium, mientras que la especie se llamó Maradonai.
El código zoológico permite que los investigadores coloquen el nombre que les parezca siempre y cuando no sea ofensivo o difamatorio. “Sé de las controversias que pueden generarse por ponerle Maradona a un parásito, pero no me importó. Siempre que uno hace o trabaja en una especie y lo identifica es en honor o reconocimiento a alguien”, asumió Montes.
“Yo le pongo el nombre de gente que admiré o me regaló momentos gratos en mi vida como fue el Diego y ahora Messi. También hay uno para Luis Scola”, aseguró el investigador dejando en claro su fanatismo por el deporte. “Para Messi también tengo algo pensado, pero eso será más adelante”, anticipó.
La elección del nombre también se vincula a otros detalles: el sufijo glossidium, presente en el nombre del género se desprende de “glóssa”, que en griego quiere decir “lengua”. Es que el parásito, además, tiene una forma similar y “Maradona no se caracterizaba por ser callado”.
El trabajo busca reconocer la figura del futbolista como alguien que le brindó alegría a todo el pueblo. “Sé que tiene otros reconocimientos similares, como por ejemplo una libélula, así que tampoco fui muy original”, concluyó. (DIB)