Pearson: Dios puso la mano para que no sea una tragedia

Son las 10.45 de la mañana del sábado. Una familia (matrimonio y dos hijos menores) se desplazan en auto por Ruta 178. Ya pasaron la rotonda de Pearson donde debieron esquivar grandes pozos en la cinta asfáltica y se dirigen en dirección a Juncal.

HP

El viaje es largo, vienen  desde la ciudad de Ituzaingo, ubicada en el conurbano bonaerense y van  a la ciudad de San Luis. Pero un pozo como un cráter lo esperaba a cien metros de las vías del ferrocarril. El conductor no se dio cuenta de su peligrosidad y dejó literalmente los dos neumáticos laterales derecho. Con gran suerte pudo estabilizar el vehículo y estacionar en el préstamo.

A los pocos minutos pasa una  camioneta, Renault kangoo, conducida por un joven que iba acompañado por una mujer en estado avanzado de embarazo.

Se detiene y  pregunta a los accidentados si necesitaban ayuda. En ese momento comienza a sentirse una frenada que quedó marcada en la cinta asfáltica con una extensión de cincuenta metros. Un auto Renault Sandero, trata de evitar al avanzar en el mismo sentido, impactar a la Kangoo. El choque finalmente ocurre. La mujer embarazada recibe un golpe en el abdomen y el conductor en la nuca. Los daños en los vehículos fueron menores, y ambos conductores deciden seguir viaje.

Por último, a la orilla de la ruta queda esperando el auxilio  la familia accidentada al no darse cuenta que en la Ruta 178 existe un pozo que parece un cráter y es una continua trampa para los vehículos que por allí transitan.