Panorama político bonaerense: Un gabinete propio

(Por Andrés Lavaselli )La re-entronización de Carlos Bianco en un cargo que traduce a nivel formal el poder que nunca dejó de tener como principal espada política de Axel Kicillof es tal vez la marca más importante del nuevo gabinete del gobernador bonaerense, un equipo diseñado, además, para permitirle el doble juego de manejar la provincia en tiempos turbulentos e intentar su instalación autónoma en el juego político nacional.

Kicillof construyó su gabinete en diálogo con Máximo Kirchner y Sergio Massa, además de con un grupo de intendentes, pero dejó claro una cosa: de la “intervención” a su gobierno tras la derrota de 2021, irrupción avalada por Cristina Kirchner y cuya figura emblemática –aunque no la única- fue Martín Insaurralde como jefe de Gabinete, no queda absolutamente nada. Fin.

La elevación de Bianco a un ministerio de Gobierno “engordado”, que retendrá estructuras que eran de la extinta Jefatura, debe leerse contra ese fondo: Máximo lo quería candidato en 2021 y debió correrse cuando llegó la oleada de supuestos salvadores. Pero hay más: “Carli” formará un tándem con Cristina Álvarez Rodríguez, que pasa e ministra de Gobierno a Jefa de Asesores. Kicillof la premia por su lealtad, por no plegarse al plan de los “interventores” que la pusieron en el cargo.

Bianco es la pata fuerte de esa dupla, pero con Álvarez Rodríguez, que se llevará  desarrollos que hizo en Gobierno para mejorar su inserción territorial, tienen una misión especial. Deben liberar al Gobernador para que pueda desarrollar una política autónoma sobre todo en el ámbito de los gobernadores del peronismo. “Tenemos poder propio y vamos a hacer uso”, es el mensaje, decodificado por un miembro del gabinete ¿Las nuevas melodías?

Hay también un juego de equilibrios en el diseño del equipo. Silvina Batakis, exministro de Economía, desembarca en Hábitat por un pedido expreso de la vice Verónica Magario y el intendente Fernando Espinoza. Es La Matanza, y por extensión parte de la tercera sección, en el gabinete. Los alcaldes Mario Secco (Ensenada) y Jorge Ferraresi, del Grupo Ensenada, se aseguraron el control de una empresa y un organismo que serán anunciados en breve. Todo pago por ahí.

Ese es el grupo de alcaldes que ganó, contra la antigua primacía del grupo Esmeralda de Insaurralde, al que no le quedó ni Lotería y Casinos, donde asumirá Gonzalo Atanasoff, quien responde al intendente electo de La Plata Julio Alak, según información de DIB que el gobierno no confirmó ni desmintió. Donde sí talló la dupla Insaurralde/Kirchner fue en Diputados: no solo en la llegada de Alejandro Dichiara a la Presidencia, sino en la exclusión de Carlos “Cuto” Moreno, el hombre de Kicillof en la Legislatura, que quedó relegado a una vicepresidencia sin firma. Es decir, sin poder. Se enojó tanto que no está claro que haya jurado formalmente. Con Massa pasó lo mismo: D´Onofrio sigue en Transporte.

Alguien leyó la decisión de que Gabriel Katopodis se quede con Obras Públicas como un “pago” a la primera sección electoral. Es mucho más que eso: cerca de Kicillof cuentan que son muchos los intentes que pidieron por él y que el gobernador no solo confía en su capacidad en un momento en que el gobierno nacional avanza con el corte de Obra Pública. También mira su conocimiento de la trama bonaerense y las relaciones que tejió en todo el país en su paso por el ministerio nacional.

En 2019, Juan Martín Mena trabajó un mes y medio con el equipo de Kicillof para ser su ministro de Justicia. Pero cuando Cristina Kirchner supo que Alberto Fernández elegía para el cargo homólogo a su socia Marcela Losardo lo mudó de vice a Nación, para cuidar sus intereses y vigilar la gestión. Así llegó Julio Alak a Provincia. Por eso parte de su equipo, que viene de aquella proto experiencia de Mena, quedará en el Ministerio. La intención es tener alguien con contactos “preventivos” en Comodoro Py. Otro actor poco mencionado juega ahí: el ministro de la Corte provincial Sergio Torres.

Con Máximo el reparto en el gabinete quedó en “tablas”: no tiene ni más ni menos de lo que tenía (Ambiente con Vilar, Cultura con Saintout. Salud con Kreplak, IPS con Moretti). pero operó un “blanqueo”: el “Cuervo” Larroque sigue  en Desarrollo –se lo considera imprescindible s un tiempo con previsible tempestad social- pero no cuenta ya como camporista. Es casi un axelista.

Berni hizo uso de una de las dos opciones que le dio Kicillof: optó por asumir como Senador y sugerir a su segundo, Javier Alonso, como reemplazo en Seguridad. El ahora exministro seguirá en un puesto de formación policial que ya venía desempeñando ad honorem solo para dar un mensaje claro a la “tropa”: hay continuidad de gestión y no hay espacios para presiones ni aventuras. Por eso mismo se lo mencionó en el comunicado que anunció al nuevo equipo

En el resto no hay mucha novedad: Correa es un gremialista, ideal para diferenciar a la Provincia de la ola reformista que solará desde Nación. Y continuidades del círculo más próximo (López en Hacienda; Rey en Comunicación; Costa en Producción; Vila en la Secretaría General). (DIB)