( Por Andrés Lavaselli -DIB )Impactada por el resultado de las elecciones, la agenda que se comenzará a discutirse en las próximas semanas sentará algunas de las bases de la política bonaerense de los próximos dos años: despunta un acuerdo, algo vergonzante, que podría destrabar la cuestión del límite a la reelección de los intendentes, al tiempo que Axel Kicillof relanzará su gobierno en simultáneo con el anunció de cambios –de estructuras y de nombres- en su gabinete. Todo en medio de un póker con la oposición que incluye la demorada cuestión del reparto de cargos institucionales.
La cuestión más espinosa es la de las re-re. Una primera dificultad es que el Sergio Massa y María Eugenia Vidal, socios en 2016 en la aprobación de la ley que limita a dos los mandatos de los alcaldes ahora se oponen a dar marcha atrás. Massa dice que a esta altura eso favorecería más a la oposición que al oficialismo, que colocó a varios de los suyos en puestos ejecutivos. Vidal le gritó a una de sus espadas legislativas que “ese es mi legado en la Provincia, no pueden borrarlo”. Por lo bajo, varios objetan: El presidente de Diputados no le quiere allanar el camino a un nuevo mandato a Julio Zamora, su sucesor en Tigre y Vidal perdió derecho al pataleo cuando se eyectó de la provincia.
El juego del gobernador en este tema es consecuencia del resultado de las elecciones. También lo es el relanzamiento de su gestión que anunciará en los próximos días. Hablará de nuevas –y ambiciosas- metas para los próximos dos años. Eso será, además, la excusa perfecta para presentar los cambios en su gabinete, que surgirán en su discurso como funcionales a las nuevas iniciativas de gobierno. Ya está decidido que habrá un ministerio (o área autónoma tipo Instituto) de Cultura, que comandará Florencia Saintout.
En Medio Ambiente está la estructura pero no el nombre, que se disputan Massa y Martín Insaurralde, aunque corre con ventaja el Diputado. La ministra de Educación, Agustina Vila está prácticamente afuera. Es que su salida la impulsa la vicepresidenta Cristina Fernández, que además propone como reemplazo a un dirigente que fue ministro suyo. Mara Ruiz Malec está también en la cuerda floja: su sillón podría ser ocupado por alguno de los sectores gremiales que quedaron fuera del acuerdo de la CGT, que son básicamente kirchneristas. Berni, en cambio, se queda “al menos por ahora” dicen en el gobierno.
Kicillof abrirá además la negociación por los cargos vacantes, lo que aceitará el tratamiento de la ley de ministerios, la de reelecciones y, eventualmente, del Presupuesto que ingresa el lunes Diputados con subas promedio de los impuestos patrimoniales apenas por arriba del 40% (pero por debajo del 50%) para el 90% de las partidas. Los contribuyentes de mayor porte pagarán más. La negociación por los cargos (Banco provincia, Contador, Subcontador, etc) comenzará, como siempre, con un pedido del oficialismo para que se cumpla una supuesta promesa de Vidal para que se retire el Procurador General Julio Conte Grand. Hasta ahora fracasó siempre, pero este es un nuevo tiempo político. (DIB)