Murió Pablo Novak, el último habitante de las ruinas de Epecuén: tenía 93 años

Pablo Novak, el último habitante de las ruinas de Epecuén, murió en las últimas horas a los 93 años. Durante décadas, fue guardián de aquel paisaje derruido que, tras la inundación de 1985, fue escenario de numerosos documentales, videos, crónicas y visitas turísticas de todas partes del mundo.

El pueblo que quedó sumergido bajo las aguas salobres tenía un único custodio y, por eso, en 2020 el Municipio de Adolfo Alsina lo había nombrado Embajador Cultural y Turístico del distrito.

“Hoy es un día para decir adiós, aunque no sé si a las leyendas se las despide. Don Pablo Novak, así: sonriente, entusiasta, siempre dispuesto a largas charlas y relatos de anécdotas quiero recordarte”, escribió el intendente de Adolfo Alsina, Javier Andrés, quien fue el encargado de dar la noticia en las redes.

Pablo Novak en 2012. (Foto Marcelo Metayer)

Y continuó: “Así, recorriendo Epecuén en tu bicicleta, leyendo el diario en una esquina de las ruinas, compartiendo como guía tus experiencias con los turistas y los periodistas de todos lados que preguntaban por El Último Habitante de Epecuén. Así todos vamos a recordarte. Hoy es un día para decir ¡Gracias Don Pablo! Descansa, que nosotros cuidaremos tu legado aunque nunca será lo mismo”.

En una de las últimas crónicas que realizó el portal bahiense La Nueva, Novak contó que vivía en Epecuén porque lo hacía feliz. Ese mismo diario, cuando aún se llamaba La Nueva Provincia, le había hecho la primera entrevista en 2007.

En tanto, algunos lo tildaron de farsante porque Pablo no vivía en Epecuén cuando se inundó, aunque allí tenía su trabajo. “Nací en 1930. Cuando tenía 5 años, mi papá habló con el arquitecto italiano que hizo la iglesia de Epecuén, quien le dijo: ‘Acá en 1918 se inundó todo; los ciclos se cumplen, cada 100 años vuelve el agua’. Mi papá lo contó y me quedó grabado. ¡Y vino antes! El día que entró el agua, yo ya la esperaba. Por eso nunca quise construir acá. Seguí con la ladrillera de mi padre: el 70% de Epecuén se hizo con ladrillos del clan Novak. Mi señora me decía: ‘¿Por qué no compramos un terrenito y hacemos un hotel?’. Yo no le daba bolilla. Alquilábamos el hotel San Martín en verano y ella lo atendía. Yo seguía con los ladrillos, pero iba los sábados y les hacía un chivo a los clientes”, le contó a Página 12.

Pablo se había casado y tenía 10 hijos. Tras la inundación que dejó el pueblo en ruinas, hizo el camino inverso: mientras que los habitantes tuvieron que mudarse a Carhué tras perder todo, él se fue a la villa. “Me da un poco de tristeza ver lo que quedó, pero también recuerdo los momentos de alegría. ¿Cómo voy a estar en otro lugar? Yo hice todo acá”, decía.

Pablo Novak fue entrevistado en múltiples oportunidades: 22 millones de personas lo escucharon conversar con el youtuber mexicano Luisito Comunica; y otros 16 millones lo vieron en un video deportivo de Red Bull. Algunos millones más lo conocieron en un documental de la BBC. Según le contó a Página 12 en una entrevista con fecha de octubre del año pasado, han venido a filmarlo desde Chile, Holanda, EE.UU, Francia, República Checa, Alemania, Japón, Italia y Rusia. (DIB)