El arzobispo de La Plata, monseñor Víctor Manuel Fernández, reafirmó la posición de la iglesia frente a la pobreza y la crisis que sacude a los argentinos luego del cambio del modelo económico impuesto a partir de diciembre de 2015. Se manifestarse abiertamente en contra del “neoliberalismo dominante”. ¨Los obispos actuales hablamos muy poco sobre los problemas sociales; y lo hacemos con miedo a quedar en ridículo por los propios pecados de la Iglesia¨, reconoció.
El flamante obispo platense, que inició su ministerio episcopal hace unos meses, como sucesor de monseñor Héctor Aguer, manifestó que prefiere no hacer “planteos dialécticos” respecto a obispos anteriores, y aseguró sentirse “muy interpelado” por los planteos espirituales, pastorales y sociales del papa Francisco.
Durante una entrevista al El Día, el arzobispo platense, monseñor Víctor Manuel Fernández, abordó diversos temas de actualidad. Monseñor Fernández identifica en el poder mundial -político y mediático- un fuerte predominio de lo que define como «un pensamiento neoliberal» que rechaza que la Iglesia hable de cuestiones sociales y que «la prefiere encerrada en la sacristía».
En ese sentido, advirtió que en la Argentina, esa postura neoliberal se acentuó en los medios, que «parecen responder a ese paradigma», ya sea por intereses económicos, «por alianzas de sus dueños o por pasiones políticas».
El prelado destacó el papel de la Iglesia frente a los pobres y afirmó que, respecto a las cuestiones sociales, se pone «inevitablemente del lado de los más débiles y perjudicados», pero no por una cuestión de oposición política, «sino porque nos interesa cuidar la dignidad de los más desprotegidos».
Ante las críticas recibidas por algunas posturas adoptadas, pidió que se recuerde el papel de la Iglesia en gobiernos anteriores: «Monseñor Laguna llegó a decirle a Menem que el modelo neoliberal estaba funcionando al costo de un millón de muertos», recordó y añadió: «Los obispos actuales hablamos muy poco sobre los problemas sociales; y lo hacemos con miedo a quedar en ridículo por los propios pecados de la Iglesia».
Finalmente, manifestó: “No creo que alguno se haga cura para defender la macroeconomía liberal o los ajustes». (InfoGEI)