Miradas Convergentes: Máximo Kirchner y Ramón Ayala

Cada uno con su impronta personal y su bagaje de experiencias políticas, ambos dirigentes comparten puntos de vista en relación al sector agrario y al movimiento obrero organizado.

Vienen de vertientes diferentes y pertenecen a distintas generaciones. Sin embargo, son más que notorias las coincidencias entre un líder indiscutido y muy activo de la más importante organización política estructurada nacionalmente en la actualidad dentro del peronismo y el conductor de una organización gremial con presencia en todo el país y con definida proyección político-sindical.

Es de conocimiento público que Máximo Kirchner y Ramón Ayala generaron un intercambio de visiones que los llevó a acordar alrededor de la importancia del sector agrario en la economía nacional simultáneamente con la necesidad de la regularización de la situación de los trabajadores o, dicho en términos caseros, la eliminación del trabajo en negro.

Al respecto, cabe recordar la reciente reunión de Ramón Ayala con el gobernador Axel Kicillof en la que acordaron trabajar conjuntamente en el mismo sentido.

El campo argentino fue el único sector de la economía que no detuvo su funcionamiento desde que empezó la pandemia. El presidente Fernández incluyó a los trabajadores rurales en la categoría de esenciales a efectos de asegurar la continuidad de la provisión de alimentos en la mesa de los argentinos.

Y seguramente el campo argentino será nuevamente el eje alrededor del cual la economía nacional comience a recomponerse y a crecer.

Por otra parte, se conoció en los últimos días un fuerte cruce de opiniones entre el presidente del bloque oficialista en la Cámara de Diputados y los líderes actuales de la C.G.T.

Es que es evidente que el proyecto político de Máximo Kirchner contempla la participación del movimiento obrero, pero en el mismo no parece haber espacio para la deteriorada imagen de algunos dirigentes gremiales que siguen resistiendo el paso del tiempo y los cambios de gobierno conservando sus puestos al frente de la central obrera.

No sucede lo mismo con Ramón Ayala, dirigente gremial de vasta trayectoria que hace muy poco tiempo fue electo al frente de la UATRE (Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores) y que además lidera el histórico “brazo político del movimiento obrero”, las 62 Organizaciones Gremiales Peronistas.

Ayala ha demostrado capacidad de diálogo con todos los sectores del sindicalismo y está llamado a ser un ineludible factor de aglutinamiento en el proceso de normalización y unidad del movimiento obrero, al cual el dirigente rural lo concibe como “la puesta en práctica del modelo sindical que nos legó el General Perón: una sola central obrera, la C.G.T., representante de los intereses profesionales de todos los trabajadores sin ningún tipo de distinción”.

Por lo tanto, estas coincidencias manifiestas se van a poder ver transformadas en hechos concretos en tiempos no muy lejanos.(EL AGRARIO)