María Juana: Hallaron un herbicida en el agua de canilla de una vivienda

Un estudio realizado por científicos de la Faculta de Ingeniería Quimica de la Universidad Nacional del Litoral (UNL) halló residuos del herbicida atrazina en el agua de canilla de una vivienda del centro de la localidad de María Juana, en el departamento Castellanos. Los análisis fueron solicitados por la agrupación Pueblo Vivo, —de esa población de poco más de cinco mil habitantes inmersa en la pampa agraria—, conformada por vecinos que trabajan para concientizar sobre el impacto de la actividad agroindustrial en la salud humana y el ambiente.

«Hacemos pública esta información ya que nos parece preocupante y que concierne a la población en general», alertaron desde la organización de vecinos en un comunicado difundido para dar a conocer el detalle de los análisis y en el que además especificaron que continuarán con los estudios de la mano de reconocidos especialistas en la materia.

Luego de gestiones de colaboradores del grupo, «enviamos una carta al decano de la Facultad de Ingeniería Química de la UNL para solicitar la realización de estudios en forma gratuita de agua y tierra, que se concretaron en diciembre, para determinar la presencia de una larga lista de agroquímicos».

Para realizar esos estudios se extrajeron muestra de tierra del Camping Comunal y de Paseo Boero las cuales arrojaron resultado negativo ante las pruebas de laboratorio necesarias para determinar la presencia de los agroquímicos incluidos en la lista. «Pero los resultados de las muestras de agua determinaron que en una casa de familia, en el centro de la localidad, se detectó atrazina en el agua de la canilla de la cocina, agua de pozo que se eleva al tanque y se utiliza para todo en el hogar», detallaron.

En ese marco, indicaron que «debido a la relación existente en cientos de estudios científicos médicos entre los agroquímicos y las enfermedades, estamos en constante contacto y reuniones con los médicos locales, directores del Samco y de la Clínica Comunal así como agentes de la comuna para buscar una salida a esta preocupante situación».

«Con los resultados en mano nos pusimos a investigar y encontramos que según el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (Inta), la atrazina se utiliza en barbecho químico para maíz en mezcla de tanque con glifosato. La atrazina es un herbicida de la familia de las triazinas, de acción básicamente sistémica y residual que, generalmente, se usa como preemergente aplicado al suelo luego de la siembra del cultivo», explicaron los vecinos.

Los integrantes del Grupo Pueblo Vivo trabajan además en vinculación con el médico Damián Verzeñassi, del Instituto de Salud Socioambiental de la Faculta de Medicina de la Universidad Nacional de Rosario y referente de los campamentos sanitarios realizados en María Juana y en localidades de la zona, con el ingeniero químico, Marcos Tomassoni y el especialista de la Universidad de La Plata y del Conicet, Damián Marino, quienes —según anticiparon— visitarán la localidad para realizar más estudios.

«Para profundizar estos análisis los especialistas de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) llegarán a la localidad a fines de febrero o principio de marzo y estudiarán la contaminación de suelo, aire y agua», explicó Ricardo Bustos, integrante de Pueblo Vivo, quien adelantó que la organización de vecinos será la que se hará cargo de promover y costear esa actividad. «Abriremos una cuenta y aceptaremos la colaboración de todos los vecinos, empresas y organismos oficiales que deseen sumarse. Esto es por el bien de la población y por esa razón creemos que todos tienen que participar y sentirse parte de estas tareas», explicó Bustos.

 El vecino dijo que «en María Juana se incrementaron notablemente los casos de cáncer, afecciones respiratorias, dérmicas y de tiroides. Por esa razón es que ahora estamos coordinando con Verzeñassi, para que, en coincidencia con la llegada de los científicos de la UNLP, la UNR presente los resultados finales del campamento sanitario realizado en María Juana».

                                                  Los efectos

La atrazina, prohibida en 37 países —entre ellos los de la Unión Europea—, es el cuarto plaguicida más usado en Argentina y, junto al herbicida no selectivo de amplio espectro Paraquat, viene incrementando sus volúmenes de venta en los últimos años.

El químico agrario que contaminó el pozo de María Juana puede ingresar al organismo por vías respiratorias, pero también a través de los poros de la piel cuando, por ejemplo, se utiliza el agua de la ducha. En relación a este punto, los vecinos indicaron que «entre los muchos estudios que se encuentran a nivel científico y no los sustentados por las mismas empresas que lo venden, se detectó que la atrazina está relacionada con problemas de tiroides —patologías que afectan en gran medida a los habitantes de la localidad—, cáncer de mama, estrés oxidativo, interfiere el sistema reproductivo y puede originar abortos espontáneos, entre otras afecciones».

En el documento «Transformaciones en los modos de enfermar y morir en la región agroindustrial de Argentina», de Damián Verzeñassi y Alejandro Vallini, se explica que la atrazina se aplica en producciones extensivas de maíz, soja, trigo, así como en sorgo, hortalizas y maíz para consumo en fresco. Este herbicida, fue calificado por el Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer en la categoría III (sin evidencia de generar cáncer en humanos, con evidencia de generar cáncer en animales), ya que trabajos científicos asociaron la exposición al desarrollo de cáncer de mama en ratas. Asimismo, existen diversos trabajos que asociaron la exposición a atrazina con disrupciones endócrinas y otros que evaluaron el impacto de mezclas binarias de los herbicidas atrazina y terbutilazina, detectando que producían una inhibición sinérgica de la actividad enzimática cuando se encontraban mezclados con el insecticida organofosforado clorpirifós.

También se citan numerosas investigaciones que mencionan alteraciones específicas en el parénquima de la tiroides de ratas expuestas a atrazina, disminución de la función de la glándula tiroides, incremento del riesgo de sufrir situaciones de inmunosupresión, facilitadores del padecimiento de infecciones virales y bacterianas, cuando se asocia a otro tipo de químicos también utilizados en las explotaciones agrarias. Además se puntualiza que se observó el aumento de la incidencia de tumores mamarios y alteraciones del desarrollo de la pubertad en ensayos en ratas hembra expuestas a atrazina, entre otras dolencias.(La Capital)