Así lo reveló un informe del Instituto de Estudios de Consumo Masivo (INDECOM), que detalló además que, a nivel general, todas las superficies de venta (alimentos y obsequios) proyectan una caída en las ventas de un 36,6 % promedio.
Ese porcentaje está apenas un 3,8 % por debajo del 40,4 % que se registró en 2020 (en plena pandemia por el Covid 19) pero 1% por encima de la caída del 35,6% registrada en 2001.
«Es decir que se trata de la caída más importante en la proyección del consumo que se ha registrado en los últimos 22 años devenida de una crisis económica, apenas exceptuando lo ocurrido por las cuestiones de fuerza mayor que generaron el aislamiento obligatorio de 2020», evaluó el presidente de la entidad, Miguel Calvete.
Según el dirigente, «el imparable proceso inflacionario, la devaluación y la pérdida de poder adquisitivo aparecen como las principales causas de esta tendencia, tanto en obsequios como en alimentos».
En el caso de los alimentos, tanto los mayoristas como los supermercados y los pequeños autoservicios aseguraron que se están stockeando por debajo de un 35,7% interanual en promedio, mientras que en el caso de regalería, la cifra es aún más baja, con una caída en el stock de mercadería del 37,6%, según el relevamiento.
Para Calvete, la caída en las ventas de alimentos «se ve acompañada por un marcado cambio de hábitos hacia segundas y terceras marcas. Y los consumidores de los segmentos medios están adelantando las compras para tratar de preservar su salario y evitar las subas de precios indiscriminadas que regularmente se producen durante los días previos a las Fiestas». (InfoGEI)