De los sesenta intendentes kirchneristas, peronistas y massistas que integran el Frente de Todos y van por la reelección (algunos se presentan para otro cargo), apenas cuatro no tienen garantizado aún el pase a las generales de octubre. El 11 de agosto venidero tendrán que derrotar a un rival del mismo espacio. La pregunta es sencilla. ¿Por qué ellos y no otros?
Tras el festival de listas del 22 de junio, la Junta Electoral partidaria pasó la escoba y con la misma excusa de siempre, o sea las irregularidades y la falta de avales, le despejó el camino a la gran mayoría de los intendentes que iban a tener un rival en la interna. Pero hubo varias excepciones, cuatro para ser exactos. Las razones, de lo más variadas.
El primero de los casos es el de Colón, donde el intendente Ricardo Casi, histórico peronista de la Segunda, no logró acordar con el concejal camporista Waldemar Giordano y definirán en las Primarias en un áspero cruce que tiene como tercera pata a Fernando Serafini (Alternativa Peronista). Giordano, avalado por la diputada provincial Fernanda Díaz, viene de ganar las legislativas pasadas con la boleta de Unidad Ciudadana.
¿Y Casi? Disgustado con el kirchnerismo por rencillas de vieja data, el jefe comunal decidió en 2017 quedarse en el PJ y apostar todas sus fichas al randazzismo (Frente Justicialista). Le salió mal, muy mal. Tanto que su lista consiguió apenas el 12,05 por ciento de los votos y no metió ni un solo concejal. El reparto fue cuatro para Unidad Ciudadana (36,59 por ciento) y tres para Cambiemos (36,30). En todos los datos previos está el porqué de la interna.
El segundo caso es el de Moreno, donde el jefe comunal kirchnerista tendrá que enfrentarse con otras seis papeletas del Frente de Todos. Sí, media docena. Claramente, Festa no fue incluido entre esos mandatarios locales que «había que salvar» en la Junta Electoral (Ojo, de las doce que había, «limpiaron» cinco). En la previa al cierre, desde Moreno salían, en off, las más grandes críticas a los manejos de La Cámpora. Al parecer, los muchachos K se enteraron.
Vamos de a uno. Además de Festa juegan también el concejal del Frente Renovador, Damián Contreras; la dirigente del Movimiento Evita, Mariel Fernández; el diputado nacional y líder del gremio de los curtidores, Walter Correa; los concejales Justicialistas, Cintia González y José Luis Barreiro y el referente del Encuentro Vecinal en Acción, Ramón «Nene» Vera.
El tercer caso es el de Blanca Cantero, actualmente diputada provincial por el Frente Renovador. Y como todo el mundo señala en el massismo, es una de las preferidas de Massa. Por eso, y porque es la esposa del líder cegetista, Carlos Acuña, tendrá la posibilidad de ir por la intendencia de Presidente Perón. El actual jefe comunal, Aníbal Regueiro, si bien hizo algún que otro intento por evitarlo, sabía que era una tarea prácticamente imposible.
Por último, Zárate. El intendente Osvaldo Cáffaro, dueño del vecinalista sello Nuevo Zárate, decidió nuevamente jugar de la mano del kirchnerismo e incluyó su partido en el Frente de Todos. Hizo hasta lo imposible por lograr la unidad, pues en la lista de concejales lo acompañan dirigentes del massismo, el peronismo y Nuevo Encuentro. Pero no alcanzó. También tendrá que atravesar las PASO para luego competir en octubre.LA TECLA)