El gobernador bonaerense, Axel Kicillof, presentó el viernes pasado el primer Presupuesto de su gestión, luego de gobernar el primer año con una prórroga del que había sido impulsado en 2019 por María Eugenia Vidal, aunque con muchos cambios a raíz de la emergencia por el coronavirus.
Con el doble de fondos totales que los establecidos por su predecesora en 2019 ($ 1,9 billones contra $ 930 millones), Kicillof estableció sus propias prioridades para 2021, dándole un mayor peso en el Presupuesto a las áreas de Infraestructura, Producción y Desarrollo de la Comunidad, dos de los “caballitos de batalla” de la defensa de su proyecto.
En concreto, el área que más peso sumó en el Presupuesto 2021 es Infraestructura: la cartera que conduce Agustín Simone triplicó el porcentaje de fondos respecto a los gastos totales, pasando del 2,4 al 7,3%, con un asignación de $ 140.369 millones contra casi $ 23.000 millones otorgados en el último año de la gestión Vidal.
Justamente el incremento de las inversiones de capital (obras públicas) es uno de los ejes discursivos centrales por lo que pasa la defensa del proyecto por parte del Gobierno.
En tanto, Producción verá incrementada su participación en el reparto total en un 148%, lo que implica un salto del 0,14 al 0,35%, aún marginal. En cuanto a Desarrollo de la Comunidad, el ministerio de Andrés Larroque vio aumentado un 122% los fondos de su área, lo que redundó en un incremento en el peso del área sobre los gastos totales.
Finalmente, las áreas de Salud y Educación recibirán una participación mayor en el Presupuesto 2021, aunque en un número menor que las áreas más ganadoras. El ministerio que dirige Daniel Gollan pasó del 5,5 al 6,1% del total de recursos, un 12% más, mientras que Educación pasará del 24 al 26% del total.
Los que pierden
Claro que para que algunas áreas suban, otras deben ceder. Entre ellas se destaca Seguridad, cuyo peso en el total de recursos cae un 10%, llegando al 8% del total.
También pierden las áreas “políticas”, como Gobierno (-32%), Jefatura de Gabinete (-12%) y el ministerio de Trabajo (-6,5%). Finalmente, los servicio de deuda caen un 89%, aunque el monto final estará atado a la negociación con los acreedores por la reestructuración de la deuda. (DIB)