Las variables económicas con la pandemia son un cuento chino

(Por Victor Calvigioni) El mundo ya no  será igual. En la historia de la humanidad habrá un antes y después de la pandemia del coronavirus. La tercera guerra mundial, hizo explosión   de la mano de un virus invisible cambiante y “saltarín”  que pone en jaque  a naciones enteras. No es tiempo para  gobernantes tibios. La ciudadanía pedirá el máximo de sus capacidades y no perdonará errores. Las redes sociales tomarán protagonismo. La vida de los pueblos será  más democrática.  La fuerza del trabajo, con su actual modalidad, con sus  leyes gremiales,  cambiarán por una realidad que nos impone adaptación y nuevos caminos a transitar.  Un  nuevo orden mundial comenzó a “gatear”. Ya no es economía versus seres humanos. Los nuevos tiempos señalarán que la economía deberá estar  integrada a los valores de la vida terrenal.

Los actuales economistas observan cada país poniendo énfasis en  los déficits fiscales,  la  problemática de las deudas internas y externas, los bonos emitidos y por emitir, el riesgo país, las tasas de intereses etc.  El sentido común nos indica que las variables “financieras”  a esta altura de uno de los desafíos más grande de la humanidad y lo que se proyecta  a un futuro cada vez más incierto…  es cuento chino.

Cuando superemos la actual situación ya no podrá haber excluidos del sistema. La misma supervivencia de la raza humana impondrá las condiciones.

El coronavirus con los menores daños colaterales (como en una guerra), nos lleva a cambios profundos en la conducta de los individuos. La humanidad no estará  dispuesta una nueva pandemia con “bichitos” que tengan  más morbilidad y mortalidad.

La receta es simple. No debe haber excluido del sistema y papeles abarrotados en los grandes Bancos que simulan ser dinero y que no se pueden usar para adquirir alcohol en gel y agua lavandina. En un “mundo real” esos “papeles”  solo servirían para decorar las paredes de los grandes centros financieros. La gran mentira se caerá como un castillo de naipes.

La economía se “receteara” con nuevos lineamientos. Se deberá comenzar de cero. (hoy pensadores ortodoxos dirán que es una locura). Sin darse cuenta que un verdadero “manicomio” es el mundo donde vivimos, padecemos y morimos.

Las naciones  romperán los grandes bloques. El Mercado Común Europeo con su poca solidaridad ya no tendrá razón de existir.  Cada Nación  en un principio se volcará a fuertes nacionalismos, las libertades individuales se perderán. Los actuales líderes nuevamente se equivocaran. El cambio definitivo vendrá de la propia sociedad que buscará una nueva forma de inclusión,  nuevos líderes y un mundo más justo.