Este fenómeno -que se puede observar en las costas del lago y en las ruinas de Epecuén, a pocos kilómetros de Carhué-, es habitual en los meses fríos del año ante la llegada de las bajas temperaturas, pero no había sucedido en los últimos años en los meses de verano.
Según da cuenta el medio local, Cambio 2000, el sulfato de sodio en combinación con las bajas temperaturas generó este fenómeno por el que cristales de sal cubren el suelo, sumado a la bajante en el lago por la falta de lluvias.
Este suceso, que sorprende que suceda en febrero, seguramente también tiene que ver con el cambio climático que experimenta el mundo.
“La verdad que muy curioso, porque desde el año ‘61 no se veía un enero con frío tan intenso como el que acabamos de tener. Seguramente ha sido una crio precipitación (crio = frio)”, analizó para Cambio 2000 el doctor Enzo Gasparri.
“Por el frío el sulfato de sodio ha cristalizado, pero donde las temperaturas vuelvan a levantar, seguramente se va a volver a disolver. Está tan cambiante y errante el clima que tenemos que estar preparados para muchísimas cosas”, añadió el médico autor del libro Termas de Carhué – La salud por Lago Epecuén, concluyó el especialista. (Cambio 2000/InfoGEI)