La Organización Mundial de la Salud (OMS) informó recientemente la aparición de una nueva variante del SARS-CoV-2 conocida como XE. El organismo la describió como silenciosa, altamente contagiosa y con síntomas aún poco claros.
La OMS calificó el pasado 29 de marzo en su informe de actualización epidemiológica a XE (BA.1- BA.2) como un resultado de la combinación entre la variante original de ómicron (BA.1) y el sublinaje de BA.2, también conocido como ómicron silencioso.
La nueva variante fue detectada por primera vez en Reino Unido el 19 de enero, con más de 600 secuencias identificadas. También fueron detectados algunos de los primeros casos en Tailandia, que reabrió sus fronteras a los turistas vacunados en febrero.
En tanto, desde la organización internacional señalaron que el estudio de la propagación de las nuevas cepas del coronavirus se ha complicado durante las últimas semanas debido a que en mundo se realizan menos pruebas diagnósticas. Esto se traduce en que los datos sean “menos significativos” y “menos sólidos” y, por lo tanto, más difícil de rastrear “dónde está el virus, cómo se propaga y cómo evoluciona”, siendo clave la investigación para estimar la posibilidad de entrar en una nueva fase de la pandemia.
De acuerdo a los primeros análisis de esta variante, se estima que los signos clínicos son los mismos que se conocen hasta ahora vinculados a ómicron: fiebre, la fatiga, secreción nasal, el dolor de garganta y de cabeza. (DIB)