La variante de coronavirus del Reino Unido, además de ser más transmisible, podría ser más letal que otras cepas, según un estudio realizado sobre más de 100 mil pacientes.
La investigación concluyó que representa entre un 32% y un 104% más riesgo de muerte que otras variantes, aunque aún así el porcentaje de personas fallecidas sobre los contagiados sigue siendo bajo.
El estudio, que se publicó este martes en la revista The British Medical Journal (BMJ), fue realizado sobre 109.812 participantes, mitad de los cuales tenían la variante conocida como del Reino Unido o B.1.1.7 y lo que analizó fue cuántas personas fallecieron dentro de los 28 días posteriores a la primera prueba de PCR positiva.
Los investigadores observaron que la infección con la nueva variante provocó 227 muertes en una muestra de 54.906 pacientes, en comparación con 141 entre el mismo número de pacientes infectados con otras variantes.
“El aumento del índice de riesgo entre 1,32 y 2,04, más alto que para otras variantes, se traduce en un aumento del 32% al 104% en el riesgo de muerte, con la estimación del índice de riesgo más probable de 1,64, o un aumento del 64% en el riesgo de muerte”, indicaron los autores del estudio.
Y añadieron que, sin embargo, “el riesgo absoluto de muerte en este grupo de participantes identificados en la comunidad sigue siendo relativamente bajo, aumentando de 2,5 a 4,1 muertes por cada 1.000 casos”.
En conclusión, los investigadores señalaron que la variante del Reino Unido “además de ser más transmisible, parece ser más letal”.
“Esperamos que esto se asocie con cambios en sus propiedades fenotípicas debido a múltiples mutaciones genéticas y no vemos ninguna razón por la que este hallazgo sea específico para el Reino Unido”, sostuvieron.
Asimismo, sostuvieron que “esta evolución, corroborada por análisis epidemiológicos, implica que aumentará la tasa de pacientes con infecciones graves que requieren atención hospitalaria”.
La variante del Reino Unida, también conocida como 501Y.V1 (linaje B.1.1.7) o VOC 202012/01, fue detectada por primera vez en el sureste de Inglaterra en septiembre de 2020.
En la Argentina se detectó por primera vez en una muestra de finales de diciembre de del año pasado proveniente de un argentino residente en Reino Unido que resultó positivo para SARS-CoV-2 al arribar al aeropuerto de Ezeiza desde Frankfurt, en tanto que el 4 de febrero se detectó en un paciente residente en La Matanza que no tenía antecedentes de viaje ni contacto con viajeros. (DIB)