El radicalismo bonaerense definirá este domingo su nueva conducción, en una elección interna en la que se enfrentan el actual oficialismo, que comanda el senador nacional Maximiliano Abad, contra la una alianza entre Facundo Manes y Martín Lousteau. Se trata de una elección crucial, que ayudará a definir el perfil de la fuerza de oposición provincial con mayor representación territorial, tensionada entre el rechazo del gobierno de Axel Kicillof y el desafío de calibrar su relación con el nuevo fenómeno político que representa La Libertad Avanza.
Con unos 600 mil afiliados empadronados para votar y una participación esperada que difícilmente supere el 10% de esa cifra, el radicalismo provincial llega a la elección después de un proceso traumático, signado por la desaparición de Juntos por el Cambio, la coalición política que integró hasta el año pasado y la ruptura de sus bloques en la Legislatura provincial, luego de una elección en la que, como ya había ocurrido en 2015, no tuvo candidato a gobernador propio.
Envueltas ambas en el debate de cómo darle otra vez protagonismo al radicalismo, las dos listas que se enfrentan para la presidencia del Comité Provincia (el órgano de conducción política del partido en la provincia, que hoy está en manos de Abad) son la 23, “Unidad Radical”, que postula a exintendente de Tranque Lauquen y la 15, “Futuro Radical”, que lleva como candidato al actual diputado bonaerense Pablo Domenichini. La primera expresa al oficialismo y la segunda, a la oposición partidaria.
La elección tendrá impacto en la vida del radicalismo a nivel nacional, ya que también se eligen los delegados de la provincia para el Comité Nacional del radicalismo y los representantes ante la Convención Nacional, el órgano partidario que decide las alianzas electorales, cuya composición podría resultar importante el año que viene, a la hora de definir de qué modo irá el radicalismo a las elecciones de medio término.
En términos de perfiles, los opositores han acusado de Abad (que el año pasado llegó a senador en la boleta de la actual ministra Patricia Bullrich después de ser descartado a último momento como candidato a vicepresidente) se mantener posturas relativamente más cercanas a La Libertad Avanza; mientras que desde el oficialismo dicen que un triunfo opositor supondrá un radicalismo bonaerense gobernador desde CABA (por Manes y Lousteau) y con posiciones más contemplativas con el peronismo, incluso con el kirchnerismo.
Fernández, en una conferencia de prensa en La Plata previa a la elección, dijo que su espacio buscó la unidad para evitar ir a la elección pero que Lousteau –actual presidente del Partido a nivel nacional- se opuso. “Lo que está en discusión es un modelo de radicalismo autónomo, con identidad bonaerense y con experiencia de gestión. No queremos ser una dependencia manejada por joystick por el radicalismo porteño ni por el Comité nacional”, agregó.
Para Domenichini, en cambio, lo que está en discusión “son las dos visiones distintas del rumbo por donde debe ir la UCR de la Provincia. Nosotros decimos que el radicalismo tiene que tener vocación protagónica. Es decir, acompañar a sus mejores hombres y mujeres para que puedan liderar las coaliciones que se conformen, y no sólo buscar en acuerdos, secundar o acompañar a otros partidos políticos”.
En términos de apoyos orgánicos, la lista oficialista tiene el respaldo de 20 de los 27 intendentes radicales de la Provincia, de 60 exintendentes que dieron su consentimiento explícito, además de legisladores nacionales y los miembros de los bloque de diputados y senadores provincial de UCR + Cambio Federal. Del otro lado, la oposición suma 7 intendnetes, exlegisldadores y los bloques parlamentarios de UCR, Acuerdo Cívico + Gen.
Respecto de la cuestión territorial, en el partido indican que Gustavo Posse, aliado de Abad y primer candidato a Convencional Nacional, será importante para intentar ganar en la primera sección electoral (norte del conurbano), mientras que mantiene expectativas en ciudades como La Plata, Mar del Plata y Bahía Blanca. En la oposición se hacen fuerte en la tercera sección electoral, el sur y el oeste del Conurbano y en muchas ciudades de tamaño medios del interior, donde Manes ha tenido muy buenas perfomances electorales con anterioridad.
Una de las posibles derivas de la interna se dará en la legislatura: si la elección da paso a una reunificación de los bloques, la fuerza volvería a ser primera minoría en Diputados, con 15 miembros, desbancando al empate entre las dos versiones de PRO (la alineada con Mauricio Macri y la referenciada con Patricia Bullrich, que la semana pasada se fusionó con LLA y el sector de Carolina Piparo) y tienen ambas 13 miembros. (DIB)