La cosecha de soja para 2022/23 sería de 21,5 millones de toneladas, por debajo de los 23 millones estimados previamente, debido al impacto de una histórica sequía, pero un 56% menos de lo que se esperaba producir a principios de la campaña.
Con el 54% de avance de cosecha, 20 puntos de retraso en comparación con la trilla del año pasado, la Bolsa de Comercio de Rosario realizó nuevos ajustes negativos, aunque mantuvo su previsión para la producción de maíz 22/23 en 32 millones de toneladas.
De abril a mayo el rinde nacional cede y cae a 17,5 qq/ha, el nivel más bajo de los últimos 15 años. Sí, cae 1,5 millones de toneladas la producción en un mes y se esperan 21,5 millones de toneladas en total. De esta manera, habrá un 56% menos de soja de lo que se esperaba producir a principios de la campaña.
“La soja ha tenido un año duro en extremo”, dijeron los técnicos de la BCR, y agregaron que la pérdida de área sube de 3,58 a 3,64 millones de hectáreas. A todo esto, se señaló que “con un área sembrada de 16 millones de hectáreas, la producción estimada en mayo está por debajo del registro de la campaña 2008/09, en más de 10 millones de toneladas”.
“Los mayores ajustes son para La Pampa, que cae 3,6 qq/ha en los últimos 30 días. Las inéditas heladas de febrero, la falta de agua y el calor se van manifestando en la trilla de la soja de primera. Buenos Aires y Córdoba siguen en la lista de recortes productivos. El descuento en el rinde provincial para ambas es de 1,2 qq/ha”, describieron.
Ante esta menor oferta de soja en el mercado local, la industria tuvo que salir a comprar mercadería a Brasil y Paraguay. Entre enero y abril, se importaron 2,7 millones de toneladas contra 890.000 toneladas que se habían comprado en el exterior en el mismo período de 2022. Y se esperan que llegue a las 10 millones de toneladas al final de año. De todas maneras, se espera que la molienda de soja sea la menor en 18 años.
El informe mensual de estimaciones de la BCR, también se refirió a la actual cosecha de maíz. La misma presenta un 32% de avance en la cosecha, y como dato a tener en cuenta surge que en el centro de Buenos Aires, los productores están adelantando la cosecha de maíz tardío 3 a cuatro meses, ya que consideran que “la planta se consumió por el calor y el grano quedó muy chico, por lo que ya se ha secado. Por la necesidad que hay de hacer frente a distintos compromisos, se termina decidiendo la cosecha anticipada. Los rindes confirman los daños, estimándose entre 40 y 50 quintales por hectárea. Se mantiene en 32 millones de toneladas la estimación de cosecha total, un 40% menos de lo que se esperaba producir a principios de la campaña.
Pero la sequía no cede en varias regiones productivas y ahora se empieza a complicar la siembra de trigo. “Por necesidades financieras la siembra de trigo 2023/24 debería poder superar las 7 millones de hectáreas. Sin embargo, con un escenario casi tan seco como el del año 2009, van aumentando las probabilidades de reducción de áreas trigueras en Córdoba, La Pampa, Santa Fe y centro y norte bonaerense”, remarcó el informe de la Bolsa rosarina.
Según el trabajo, se necesitan lluvias que cubran más que una cuarta parte de las necesidades actuales de los suelos de la región pampeana para que la cobertura de área no disminuya respecto de la campaña 2021/22. (DIB)