El presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, monseñor Oscar Ojea, respaldó al papa Francisco, quien días atrás fue muy crítico del gobierno de Javier Milei, al tiempo que se refirió a la polémica en torno al gas pimienta que instaló el sumo pontífice: “La protesta es legítima y se está criminalizando”, planteó el también obispo de San Isidro.
“Cuando se hace una protesta se sufre una violencia previa. Cuando un jubilado sale a reclamar es porque está sufriendo la violencia de no poder comprar remedios o de no llegar a fin de mes. Esta es la primera violencia”, comenzó diciendo al respecto en el marco de una entrevista. “Me parece que estamos criminalizando la protesta, mientras en la mayoría de los países del mundo es legítima una protesta pacífica. Es legítima porque la protesta surge de una experiencia de violencia”.
Y siguió: “No podemos decir que una protesta surge necesariamente porque hay dos o tres que la manipulan, que son al mismo tiempo dos o tres que se llenan de plata. Esto es un poquito infantil. Cuando hay violencia, cuando se siente verdaderamente que faltan elementos esenciales, la gente puede salir a la calle y puede reclamar. La respuesta a esto es que tenemos que medir el tipo de respuesta, porque esto puede generar más violencia”.
Asimismo, el titular del Episcopado rechazó que Francisco sea el supuesto jefe de la oposición a la gestión libertaria y consideró que cuando se lo define a Bergoglio como “papa peronista” se pretende “achicarlo, empequeñecerlo”.
“Lejos de ser el jefe de la oposición, el Papa va a buscar siempre que la gente razone, piense, dialogue, pero lo va a hacer desde la Doctrina Social de la Iglesia. La autonomía absoluta de los mercados provoca desigualdad y esto es propio de la Doctrina Social y a esto el Papa no va a renunciar. Esto no quiere decir que no se pueda abrir un diálogo para que las condiciones de nuestra gente más necesitada sean mejores”, sostuvo.
Y agregó: “No hay oposición entre una macroeconomía sana y la justicia social, pero sí tenemos que buscar cómo complementamos las dos cosas. Ese es justamente el arte, porque si yo no establezco prioridades que tienen que ver con el bienestar de las personas no estoy haciendo política, me estoy olvidando de la persona”.
Ojea se refirió además al escrache sufrido por el dirigente Juan Grabois, en su regreso de Roma de visitar al Papa: “Condenamos todos estos hechos, son una reacción cobarde y de enorme violencia”, dijo. Y recordó que el presidente, ante un hecho similar, lo llamó al dirigente para expresarle su solidaridad.
En la misma entrevista, Oscar Ojea renovó sus advertencias sobre el inquietante avance de la ludopatía vía el juego online y el drama del tráfico de drogas: “El narcotráfico está operando como un Estado dentro de otro Estado. El narcomenudeo es vivido hoy en nuestros barrios como un trabajo más, se lo toma con naturalidad. Si no nos preocupamos por políticas públicas en los barrios carenciados, los estamos entregando al narco”. (DIB)