La CPM y el CELS denunciaron que unos cuatro mil presos están alojados en comisarías bonaerenses

En la actualidad, 4.129 personas se alojan en 1.021 camastros y la cantidad de personas detenidas en comisarías creció un 26 % el último año. De las 450 comisarías provinciales, 253 están inhabilitadas para alojar personas.

La Comisión Provincial por la Memoria (CPM), la Defensoría de Casación y el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) solicitaron la «ampliación de las medidas cautelares para la protección de la vida y la integridad física de todas las personas alojadas en comisarías de la provincia, y el cese de su uso como lugares de alojamiento permanente» durante una reunión de trabajo convocada por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) donde se analizó la crisis que atraviesan dichas dependencias.

En la actualidad, 4.129 personas se alojan en 1.021 camastros y la cantidad de personas detenidas en comisarías creció un 26 % el último año, acumulando un 121% desde el inicio de esta gestión de gobierno y «no para de crecer día a día», informó la CPM.

De las 450 comisarías provinciales, 253 están inhabilitadas para alojar personas. «Pese a ello, se desobedecen las órdenes judiciales y administrativas de clausura y en 118 aún se siguen alojando detenidos de manera ilegal», agregaron.

“Esta sobrepoblación y hacinamiento extremo provocaron 68 muertes desde diciembre de 2015 a la fecha: por ejemplo, el 2 de marzo de 2017, murieron 7 personas en la Comisaría 1ª de Pergamino; el 15 de noviembre pasado, en un hecho similar, otras 9 personas murieron en la Comisaría 3ª de Esteban Echeverría, que se encontraba clausurada por orden judicial y por lo tanto inhabilitada para alojar personas. Pese a ello 26 detenidos se alojaban en un lugar que, según la policía antes de la clausura, sólo podía alojar a 10.

La comisaría no contaba con sistema de prevención de incendios, plan de contingencia ni matafuegos adecuados para apagar el fuego. Los dos matafuegos existentes se encontraban vencidos y no contaban con colchones ignífugos; por el contrario, sólo algunos tenían colchones de gomaespuma altamente inflamables y tóxicos. Es decir que luego del incendio de Pergamino ni siquiera se encaró un plan para prevenir este tipo de muertes”, expresaron en un comunicado.

«El Estado nacional y el Estado provincial reconocieron la gravedad de la situación, aunque no propusieron medidas para revertirla ni para evitar la repetición de las graves violaciones a los derechos humanos ocurridas en esos ámbitos», precisaron.

Y agregaron que la «grave crisis humanitaria» en las comisarías bonaerenses fue expuesta ante el comisionado Luis Vargas Silva, el coordinador del área de medidas cautelares Jorge Meza y representantes del Estado nacional y provincial. (InfoGEI)