Una melodía argentina brilló en la apertura de los JJOO París 2024, conectando culturas a través de la música.
Este viernes, la inauguración de los Juegos Olímpicos de París 2024 deslumbró al mundo con una majestuosa ceremonia en la que las delegaciones deportivas desfilaron a bordo de barcos por el río Sena. La icónica «La Foule» de Edith Piaf, con raíces en Mercedes, Buenos Aires, fue el tema musical que marcó el inicio del evento.
Auténtica Identidad Bonaerense
Ángel Cabral, nacido como Ángel Amato el 1 de octubre de 1911 en Mercedes, Provincia de Buenos Aires, es el creador de la famosa melodía. Desde joven, Cabral mostró talento musical, destacándose con la guitarra. En 1936, junto al letrista Enrique Dizeo, compuso «Que nadie sepa mi sufrir«, una pieza que trascendería fronteras.
De Mercedes a París
La canción, popularizada como «Amor de mis amores», fue reinterpretada por Edith Piaf en 1957 bajo el título «La Foule». Piaf, tras escucharla en Buenos Aires, la adaptó al francés con Michel Rivgauche, convirtiéndola en un himno sobre un amor efímero en medio de una multitud. Esta versión se integró en el repertorio clásico de Piaf y resonó en la ceremonia de los Juegos Olímpicos.
Legado Musical Imperecedero
Ángel Cabral no solo compuso valses, sino que también exploró el tango y el folklore. Acompañó a grandes figuras como Carlos Gardel y Tita Merello. En 1986, fue homenajeado en Mercedes, reafirmando su vínculo con la ciudad que lo vio nacer. Cabral falleció en 1997, dejando un legado que sigue vivo.
Reconocimiento Internacional
La inclusión de «La Foule» en la apertura de los JJOO es un testimonio del impacto de la obra de Cabral. Su legado musical sigue siendo un símbolo del talento bonaerense, celebrado en un escenario mundial y recordado por su capacidad de conectar culturas a través de la música.
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