El trabajo de Invecq Consulting (IC), indica que el índice de producción industrial manufacturero tuvo en diciembre la octava baja consecutiva en su medición interanual, marcando para el último mes de 2018 una contracción del 14,7% respecto de igual mes del año previo y una caída en la medición mensual (desestacionalizada) del orden del 1,7%, finalizando el año con una baja del 5% en el acumulado anual.
A su vez, la actividad económica general acumula al mes de noviembre una caída del 2,2% en relación con los mismos 11 meses de 2017, y dado que el sector industrial participa de un 19% del total esa caída, IC dice que “es posible anticipar que, en el cierre del año, la contracción económica local sea superior a lo actualmente registrado, superando a la baja de 2016”.
También, el estudio destaca que “la baja observada en diciembre resulta la mayor caída mensual en la comparación interanual en 2018”, no obstante señala que dista de ser la más pronunciada en la medición desestacionalizada, ya que si bien el indicador continúa arrojando resultados negativos, “la serie tendencia-ciclo lleva tres meses de desaceleración en su caída, lo que podría anticipar el fin del declive del sector industrial”.
A raíz de este escenario IC sostiene que se evidencia que “la industria finaliza el 2018 en un promedio de 2,6% por debajo del nivel alcanzado en 2016”, que a su vez ese año, cayó otro tanto respecto la actividad registrada durante el último año de gestión peronista, que según el índice Todesca, entregó el gobierno con un crecimiento de la actividad industrial con un crecimiento del 2,7 %.
Por sectores
Dentro del total de segmentos que componen al índice industrial, el trabajo de IC, indica que los tres más afectados durante 2018 fueron: “Maquinaria y equipos”; “Muebles y colchones”, y “Caucho y plástico”, aunque sus caídas sectoriales, fueron inferiores a las que explican la ponderación total de la debacle industrial.
En tal sentido, el segmento de “Alimentos y bebidas” representa el 25% de la caída total; “Sustancias y productos químicos” aporta un 13% de la misma, y por último el sector “Madera y el papel”, representando el 10% del total, es decir, los tres sectores explican casi el 50 % de caída durante 2018, a pesar que sectorialmente, sus caídas acumuladas fueron del 1,5%, 6,2% y 3,1%, respectivamente.
Lo que viene
En su análisis, IC se pregunta “qué se puede esperar de la industria de aquí en más”, destacando al respecto que si bien durante el primer trimestre de 2018 el sector manufacturero evidenció un crecimiento interanual de 3,8% y de 0,5% con relación al último trimestre de 2017, “esto permite dilucidar que la caída de la industria continúe si la dinámica del consumo y la inversión no revierten su tendencia negativa”.
El pronóstico de IC, llega a un punto donde el propio sentido común y las pruebas al canto, no indican otra cosa que en 2019 se profundizará la debacle de la industria ocurrida en 2018, a pesar que el gobierno de Cambiemos repita la fórmula de 2017, cuando entre marzo y octubre de ese año, desde el Anses, otorgó más de un millón y medio de créditos a una tasa del 26% a los beneficiarios de AUH, por un total de 21 mil millones de pesos, que ciertamente recompusieron el consumo y por ende la actividad industrial.
Deterioro agravado
Claro, en 2017 el sector industrial no estaba como lo está en este momento, produciendo por debajo del 50% de su capacidad instalada y con el doble de despidos y suspensiones ocurridas durante 2018, que involucraron a más de 70 mil trabajadores, es decir, otras tantas familias que tuvieron que reducir sus consumos.
Otro aspecto que señala IC, es que “la recomposición salarial comience a mostrar mejorías a partir del segundo trimestre del año”, pronóstico condicionado a la “reapertura de las paritarias”; a una “tasa de inflación aún alta pero estable”, y a un tipo de cambio “sin sobresaltos”, que sea acompañada por “la recomposición de los haberes jubilatorios y un aumento en las prestaciones y asignaciones” de acuerdo con la fórmula de ajuste por inflación del semestre inmediato anterior.
Cambio sin vueltas
A su vez, la convergencia de las tasas de interés del mercado, que dejan de ofrecer una de las mayores tasas de interés desde que comenzó el nuevo gobierno, permitirá dinamizar el crédito a privados, que lleva cuatro meses consecutivos a la baja. Si a este factor se le suma la calma cambiaria, a partir de la entrada de fondos externos, los dólares provenientes de las ventas del Tesoro Nacional y una favorable liquidación de divisas por parte del sector agroexportador, será factible esperar que el horizonte de inversión resulte más favorable que el de 2018.
Todo un rosario de acciones que el gobierno de Cambiemos, al parecer por lo ocurrido en estos tres años, en los últimos 10 meses que le quedan de mandato, no estaría dispuesto a dispuesto a realizar, tal el escenario que describe la encuesta mensual industrial relevada en diciembre por el INDEC, cuyos resultados asumen que, durante el primer trimestre del 2019, “la demanda interna no evidenciará mejoras, como tampoco lo hará la capacidad instalada”. (InfoGEI)J