En medio del batacazo de Javier Milei y el fuerte revés del oficialismo en casi todos los distritos del país, el gobernador Axel Kicillof se consolidó como la carta fuerte del peronismo. Con el 36,64% de los votos, resultó el candidato más votado de la provincia, superó por tres puntos a Juntos por el Cambio y le transmitió cierta tranquilidad al oficialismo en una jornada adversa.
Unión por la Patria fue entonces la fuerza política con mayor caudal de votos en territorio bonaerense, en una elección que tuvo además una exhigua ventaja de Néstor Grindetti por sobre Diego Santilli en la interna de Juntos por el Cambio, y a la candidata de Javier Milei, la diputada Carolina Píparo, en el segundo lugar en el conteo individual de los candidatos.
Así, Kicillof ganó en el conurbano, donde Juntos por el Cambio se impuso solo en cinco municipios, pero no logró mejorar su performance en el interior –de fuerte presencia radical–, donde contó solo 24 triunfos e incluso perdió en comunas gobernadas por intendentes peronistas.
Por fuera del Conurbano, Kicillof triunfó en municipios del AMBA cercanos tales como Berisso, donde obtuvo un 40% y en Ensenada, uno de los pocos municipios en los que consiguió superar la barrera del 50%. También ganó en San Vicente (48%), Marcos Paz (43%), General Rodríguez (39%) y Cañuelas (37,7%). Y en Zárate (36,9%) y en Baradero (47%).
En tanto, se impuso además en Colón (46%), Chacabuco (39%) y Leandro N. Alem (43%). También en Carlos Tejedor (49%) y Tres Lomas (44%).
De la sexta sección electoral, al sudoeste bonaerense contó triunfos en Laprida, Gonzáles Chávez, Patagones, Benito Juárez y Monte Hermoso. Y de la Quinta, en Mar Chiquita, Villa Gesell, Pila, Tordillo y Castelli.
El gobernador perdió en municipios donde gobiernan intendentes de Unión por la Patria tales como Pehuajó, Salto, Bolívar y 25 de Mayo, donde a nivel local también quedaron por debajo de la sumatoria de votos entre las listas de Juntos por el Cambio.