Nahiara Cardozo, fallecida en el Hospital Interzonal de Agudos Abraham Piñeyro, de Junin, tenía apenas 3 años y una vida por delante. Su historia clínica, ahora en manos de la justicia, será clave para la adjudicación de responsabilidades dentro del nosocomio regional.
Ahora, con la causa en manos de la fiscal Vanina Lisazo, quien en las últimas horas ordenó la exhumación del cadáver para determinar la verdadera causa de muerte, tal vez pueda hacer un poco de justicia para Nahiara, que reclama su familia.
La historia clínica de la menor, a la que accedió en forma exclusiva Semanario de Junín, refleja los últimos días que pasó Nahiara en la cama 26 de la sala general de Pediatría del HIGA, y el alta médica que recibió el lunes 28 de mayo pasado.
Sin embargo, ya en su casa, Vanesa Bouder, la mamá de Nahiara, comenzó a notar que la nena levantaba fiebre y tenía vómitos. Por eso, el jueves 31 volvió a llevarla al Hospital, pero ese día le dijeron a la madre que volviera a llevarla el viernes a la mañana. A la mujer se le complicó el traslado, por eso recién llegó por la tarde. Es así que el registro de Enfermería arranca a las 17 del 1 de junio y bien claro queda que es por un cuadro de “mastoiditis”, con la primera medida de hacerle unos análisis de rutina, más colocación de suero y otra vez el suministro de antibióticos.
Cerca de las 20, la médica residente de 3° año Lorena Altamirano telefónicamente le administró Ibuprofeno, dado que la nena presentaba un cuadro febril importante.
Para las 22.50 del mismo viernes, las enfermeras detectaron complicaciones en el estado general: seguía siendo alta la fiebre, el rostro era azulado, se constató cianosis (coloración azul o lívida de la piel y de las mucosas que se produce a causa de una oxigenación deficiente de la sangre, debido generalmente a anomalías cardíacas y también a problemas respiratorios).
También las enfermeras observaron edema en miembros superiores e inferiores, y las extremidades frías.
Por esto, cerca de las 23, la médica pediatra de guardia Fernanda Taulamet le recetó un corticoide, también en forma telefónica. “Médico de guardia no sube a evaluar a la paciente”, reflejaron en las observaciones las enfermeras.
El día siguiente
A las 1.30 de la madrugada ya del sábado 2, Nahiara comenzó con vómitos. Se avisó otra vez a la médica que siguió sin subir a evaluar a la nena.
Una hora después continuaban los vómitos, con una intensa palidez y dolor de estómago. La médica Lorena Altamirano refirió en ese momento que la prioridad era otro paciente recién ingresado, que se la evaluaría luego.
Las profesionales recién acudieron dos horas después, y según cuentan testigos, para no molestar a los demás pacientes internados, la examinaron con las linternas de sus propios celulares.
Un papá que se hallaba cuidando a su hijo en la cama de al lado, operado de apendicitis, no dudó en asegurar que la nena “había estado azul” toda la noche.
Cambio de guardia
A las 7 de la mañana del domingo 3, tras el cambio de guardia, las nuevas enfermeras que ingresaron anotaron en la historia que la nena tenía taquicardia, dificultad respiratoria, extremidades frías y hematomas en los pómulos.
Ante este cuadro informado a las médicas, en forma verbal; la residente Altamirano le administró un nuevo medicamento.
Para las 8.40, Nahiara continuaba con dificultades respiratorias, así que se le colocó oxígeno. Se le observó el abdomen globoso y distendido, así que las enfermeras convocaron a las médicas Cristina Cerulli y Evelyn Díaz.
Ante esta presencia, Altamirano intentó un justificativo: “Así no estaba la nena”, dicen los testigos que habría asegurado. Pero fue desmentida de inmediato por las enfermeras y hasta le echaron en cara que desde el ingreso, nadie había hecho nada por revertir el cuadro que presentaba Nahiara.
Recién a las 10.15, con la intervención del doctor Carlos Panela, la niña fue trasladada a la Unidad de Terapia Infantil, donde finalmente falleció el domingo 3, poco después de las 19 horas. (InfoGEI)