El exmarido de Rosa Inés Fernández, la mujer cuyo cadáver fue hallado el miércoles envuelto en una lona y enterrado en una obra en construcción, se negó a declarar y quedó formalmente detenido, informaron fuentes judiciales.
Se trata del albañil Sandro González (40), quien luego de varios testimonios clave ayudó a que se pueda encontrar el cuerpo sin vida de Rosa Inés Fernández (29), en una obra en construcción en la que él mismo trabajaba, asesinada y enterrada detrás de una parrilla y debajo de escombros.
Según las fuentes, el detenido González fue llevado ayer a la oficina del fiscal Esteban Perdernera, donde se negó a declarar y quedó detenido formalmente acusado de “homicidio calificado por el vínculo y por mediar violencia de género”, según lo dispuso la jueza de Garantías de Junín Marisa Muñoz Saggese.
Los investigadores de la DDI de Junín llevaron al detenido a la sede policial donde quedó a disposición de la fiscalía para estudios psicológicos y psiquiátricos entre otras pericias ordenadas por Pedernera.
Jueves por la mañana
El hallazgo del cuerpo de Fernández se produjo el jueves, durante un operativo que comenzó cerca de las 7 en una obra en construcción en la que trabajaba el detenido, situada en la calle Siria 624, de Junín, del que participó él acusado junto a personal policial, municipal y peritos criminalísticos de La Plata convocados especialmente.
El lugar había sido identificado la noche anterior luego de que tres testigos declararan tener conocimiento de que Rosa había sido asesinada y enterrada allí, a un metro de la superficie, debajo de un muro que divide dos patios de esa casa en construcción.
Un vocero que participó de la pesquisa reveló que la primera en sembrar sospechas sobre González fue su actual pareja, quien en una declaración breve ante la Justicia contó que tenía algunas dudas sobre el comportamiento de aquel.
La mujer dijo que temía a González porque era violento con ella y que le llamó la atención la desaparición de un cobertor que habían comprado para un auto que recientemente habían adquirido y que finalmente fue uno de los elementos empleados para envolver el cuerpo de Rosa.
Otros dos testigos, vecinos de González, se presentaron en la fiscalía para declarar que la pareja de éste les había contado sobre la confesión que le había hecho, lo que terminó por cerrar la historia que, finalmente, fue ratificada por la mujer del acusado anoche.
El fiscal dijo que todo indica que el femicidio fue cometido el domingo 26 de julio en el domicilio de González, donde se produjo una discusión entre los dos integrantes de la expareja -que tenían tres hijos en común de 4, 9 y 13 años- por una “cuestión económica”. (DIB)