La pandemia interrumpió una práctica que llevaba varios años. Pero lentamente, los vecinos de distintos sectores de la ciudad vuelven a concentrarse los sábados después del mediodía en una de sus plazas, donde ofrecen ropa para todas las edades, calzado, comida elaborada, productos no perecederos y cualquier cosa que el concurrente quiera llevar para vender o intercambiar por algo de su interés es lo que se puede encontrar en este espacio público.
Karina, Valeria y Corina son algo así como las referentes u organizadoras de un grupo de gente “que hace veinte años arrancamos con estas ferias, en principio casa por casa, y hace tres años venimos acá”.
En diálogo con La Verdad, Valeria contó que “cada uno trae nuevo o usado lo que no utiliza, para vender a bajo costo o intercambiar”, detallando que “hay comida hecha, comestibles, ropa de bebé, frazadas, colchas, artículos del hogar como platos o una plancha, además de prendas de vestir y calzado, que es lo más común”.
En cuanto a los costos, lejos están del peso que se pedía en los orígenes. “El año pasado estábamos en 30 ó 40, ahora los precios oscilan en $ 100”. De todos modos, puede conseguirse por ejemplo un jean en $ 50 o zapatillas en $ 100, siempre todo en buen estado. También por ejemplo una campera casi nueva en $ 1.200 y “la gente aprovecha estas oportunidades”.
Después del parate
Tras un parate obligado por la pandemia, el regreso fue en conjunto con la reapertura de la Laguna de Gómez. “A mucha gente les sirve esto, porque puede vender algo y se lleva plata como para hacer un guisito”, dijo Karina.
Por otra parte, explicaron: “Cada uno tiene su puesto, ubicado a más de dos metros y se toman las precauciones”, y Valeria detalló: “Para nosotros es muy importante, porque yo consigo ropa para mi familia, comprar nuevo no puedo así que nos ayuda mucho”.
Mucho fideo, poca carne
Además, Karina detalló una situación bastante común que se produce: “Muchos critican porque hay personas que venden los productos que entregan en las escuelas. Allí viene mucho fideo, arroz, y nosotros re agradecidos, pero la gente quiere comer carne. Por eso algunos tienen mucha mercadería, la venden para juntar algo y poder ir a buscar pollo o carne”.
Cada sábado, desde las 13, la cita es en avenida Alvear y Alberti. Decenas de “puestitos” cubren el espacio público para ayudarse mutuamente en las necesidades. (InfoGEI)