Dicha zona del noroeste de la provincia de Buenos Aires está compuesta por la presencia del pastizal pampeano y las aguas del río Salado, que generan un ecosistema muy valioso en cuanto a la cantidad de especies que albergan de manera continua o transitoria, como así también por el valor estético que aportan al paisaje.
Es por eso que desde hace varios años existe un proyecto que plantea la necesidad de crear una Reserva Ecológica de usos múltiples en la ribera del Salado, desde el puente denominado “Macucho” hasta el desaguadero del Parque Natural Laguna de Gómez.
Además del yacimiento paleontológico en el lugar, existe la presencia de flora y fauna endémica típica del pastizal pampeano, diversidad de peces, mamíferos, anfibios y reptiles, además de invertebrados y una gran variedad de aves, a las que se suman el establecimiento temporario de aves migratorias como espátulas, flamencos y cisnes.
En diálogo con Democracia, la bióloga Marcela Torreblanca, impulsora del proyecto sostuvo que “la idea de este espacio natural es proteger a las únicas zonas de la provincia de Buenos Aires que tienen pastizal pampeano donde se encuentra el bioma que deberíamos conservar porque con los cultivos, estos sectores empiezan a desaparecer”.
“En esta zona queremos cuidar a la fauna y flora donde no tiren agroquímicos ni desechos de industria que es indispensable para proteger la fauna y flora”, agregó. Y continuó: “El hecho de tener una reserva es para que la gente disfrute del ecosistema”.
“Lo bueno sería tener una reglamentación y un lugar para seguir preservando la vida y lo que queda en el Salado como está, porque lo van limpiando, quemando y arrojando basura”, expresó. (InfoGEI)