La DDI Junín llevó adelante una investigación que concluyó en mega allanamientos por una causa de asociación ilícita, estafas reiteradas, delitos contra la propiedad automotor y cuentos del río, entre otros. Hubo 32 allanamientos, 26 de ellos positivos, con 16 detenidos.
Se secuestraron 1.410.850 pesos argentinos, 5.000 pesos chilenos, 4.500 dólares, 13 camiones, 62 autos, 11 Pick Ups, 7 motos, 2 cuatriciclos, una lancha, cinco celulares, un arma de fuego dos tablets, 60 replicas de llaves, alhajas varias y documentación varia de vehículos
La presente investigación tuvo su inicio a mediados del mes de abril de2017, con la intervención del Juzgado Federal de Junin a cargo del Juez Federal Hector Pedro Plou.
En su desarrollo se pudo comprobar que un grupo de sujetos quienes forman parte de dos familias, (padres e hijos) organizaban y perpetraban delitos en forma conjunta. En principio surgieron hechos de estafas bajo la modalidad «cuentos del tío», quienes mediante artimañas telefónicas lograban engañar a personas de avanzada edad, quienes entregaban dinero a falsos «contadores» o «gerentes» de banco que se presentaban en sus domicilios. Los hechos se suscitaban en la región, existiendo casos en Capital Federal y en otras provincias del norte argentino.
Aquí también surge la participación de otros sujetos conocidos, fuera del seno familiar. Ante el avance de la investigación se detectaron otros delitos de estafas a través de compras con cheques apócrifos, como así también comenzaron a surgir indicios que dicha organización poseía contacto con sujetos que efectuaban la sustracción de vehículos en el Gran Buenos Aires, los cuales luego eran adulterados en sus numeraciones identificatorias, lo que a su vez era necesario la falsificación de documentación del mismo.
Dichos vehículos eran trasladados a Junin y sus alrededores, para ser vendidos a ocasionales compradores quienes los adquirían de buena fe Todo ello se fue vislumbrando a través de intervenciones telefónicas y tareas de investigativas de campo, las cuales fueron certificando varios de estos delitos.
En tal sentido además se advirtió la colaboración de gestores, para la manipulación de documentos y demás tramites vehiculares, que ayudaban o facilitaban el desarrollo de dichos «negocios».
Finalmente esta organización ilícita transformaba el producto de sus acciones fuera del marco legal en sumas importantes de dinero que invertían especialmente en vehículos de procedencia legitima, siendo colocados en el mercado automotor para la comercialización.