En el informe, Carbap señala que “Una temporada que de acuerdo con los pronósticos se catalogaba como un año “niña”, es decir precipitaciones por debajo de lo normal, ya desde mediados del enero las precipitaciones estuvieron bien por encima del promedio, 50% por encima, pero sobre todo con eventos puntuales muy severos, recordemos que a fines de enero después de una ola de calor récord hubo un temporal que dejo acumulados de hasta 400 mm en algunos lugares de estas zonas en apenas 3 días.
Si bien hoy el epicentro del fenómeno se esta concentrando con mayor intensidad en los partidos de Carlos Casares, Pehuajo, Carlos Tejedor, Bolivar, Henderson y parte de Daireaux y Trenque Lauquen, en toda esta zona, una gran parte del corazón productivo agrícola, ganadero y lechero de la Argentina, hay al momento un poco más de 680.000 hectáreas inundadas y o anegadas. A esa superficie hay que agregarle aquella que no tiene piso, por efecto de las napas, lo cual impiden llevar adelante cualquier labor, y aquellas zonas inaccesibles por la falta de caminos adecuados.
De acuerdo con la bolsa de cereales de Buenos Aires, publicado el 28 de abril pasado, en el noroeste de la Provincia al momento quedan alrededor de 850.000 de hectáreas de soja y unas 500.000 de maíz sin cosecharse. De las cuales un 10/15% se encuentran en la zona más afectada.
En estos lugares hay varias empresas tamberas que además de las perdidas productivas, de pasturas y mayores costos deben lidiar diariamente con los caminos rurales los cuales en sectores están totalmente inhabilitados.
Imágenes satelitales
El análisis de una secuencia de imágenes satelitales (landsat 8 y 9 y Sentinel 2) de los días 28 y 29 de abril nos muestra que a la fecha estamos en el pico máximo de un fenómeno que se inició hace varios meses. De continuar las precipitaciones por encima de la media, la situación se seguirá agravando. Si bien los pronósticos auguran un escenario de precipitaciones algo más baja que lo normal, la situación
actual no nos permite ser optimistas.
Indirectamente hay una superficie que estimamos en al menos 200.000 de hectáreas las cuales, por falta de acceso, napas cercanas a la superficie o falta de piso (que impiden cualquier labor o crecimiento normal del cultivo), están siendo afectadas por las inundaciones.
Falta de obras
Por la fecha en que nos encontramos, días cortos y bajas temperaturas, y debido a la falta de obras de infraestructura que ayuden al escurrimiento de las aguas es poco lo que se espera que cambie la situación en los próximos meses.
En la campaña pasada, en esta misma zona se sembraron unas 600.000 hectáreas de trigo. Si a los problemas ocasionados por las intervenciones en el mercado de trigo con los cupos de exportación, los altos precios de los fertilizantes, las dificultades para conseguir gas oil, seguramente el área de trigo y cebada va a ser significativamente menor. (InfoGEI)