Preocupados por la rebaja de aranceles de productos e insumos que anunció el ministro de Economía, Luis Caputo, y por el plan de contingencia que incluye posibles cortes de energía en el verano, empresarios de la Unión Industrial Argentina (UIA) encendieron la luz de alerta a la espera de los próximos movimientos del Gobierno de Javier Milei.
Luego que Caputo confirmara esta semana que habrá una reducción de aranceles a la importación de 89 productos, entre los que se encuentran bienes finales, insumos y bienes de capital, las autoridades de la UIA se reunieron para analizar los pasos a seguir.
La cumbre de la mesa chica se dio tras el anuncio de la Secretaría de Comercio sobre la baja de alícuotas para productos “que cuentan con aranceles elevados, que constituyen una traba al comercio y que encarecen los precios de bienes utilizados de manera extendida en la economía”. El objetivo de fondo de la administración libertaria sigue siendo bajar más la inflación e incentivar el consumo con más competencia y oferta de bienes disponible.
“Continuamos reduciendo aranceles a la importación.
A través de un decreto, estamos reduciendo aranceles a múltiples bienes de consumo que tenían aranceles elevados. Entre ellos, se encuentran motos, neumáticos para autos y para motos, pequeños electrodomésticos, café, luminarias LED, etc. Además reducimos aranceles a insumos relevantes para la economía como lo son los plásticos PET (usado en botellas) y ABS (usado en diversos aparatos domésticos) e hilados sintéticos utilizados por toda la industria textil: laicra y poliéster. Por último se reduce el arancel a diversas maquinarias y se implementan las bajas ya anunciadas a moldes y matrices y equipos de riego”, informó Caputo.
En el marco del evento anual ‘Somos Industria’, que organiza la Unión Industrial de la Provincia de Buenos Aires (Uipba) y RedParques en el Centro Costa Salguero, Daniel Funes de Rioja, titular de la UIA, se refirió a la reducción de los impuestos internos como una de las necesidades más urgentes. “Si queremos competir con el mundo, deben sacarnos el pie de encima. Necesitamos una agenda que resuelva nuestros problemas de la puerta de la industria para afuera”, argumentó.
“La presión tributaria real efectiva es cada vez más alta para el sector formal de la industria.A eso se sumaun financiamiento escaso, un sistema laboral de los años 70 y una industria del juicio que, por la desactualización de la legislación y las interpretaciones de las normas, sigue más viva que nunca”, añadió.
La preocupación de los industriales abarcan varios puntos: desde la apertura de la economía con medidas como la que anunción Caputo, pasando por el atraso del tipo de cambio, hasta lo que consideran suba de costos en dólares y la presión tributaria que sigue alta.
Otra de las preocupaciones del sector tiene que ver con los cortes programados que estudia el Gobierno para mitigar la escases de energía durante el verano. Y allí la industria (los grandes usuarios) es la que está en la mira. Es que esto coincide con 14 meses consecutivos de caída de la producción nacional y con una capacidad instalada promedio en torno al 59%, cuando el año pasado rondaba el 72%.
“Es una crisis de verano, por lo que pedimos articular lo mejor posible con la Secretaría de Energía para que si hay paradas coincidan con vacaciones o paradas de mantenimiento”, dijo Funes de Rioja.
“Lo peor que le podría pasar a la industria es tener cortes intempestivos. Entendemos que esa no es la idea del gobierno, pero queremos coordinar un plan de contingencia con el suficiente tiempo”, alertó en tanto Martín Rappallini, presidente de la Uipba. (DIB)