Los dos hombres encabezaban el clan “Los Liquitay”, que opera en la zona desde 1978. Fueron apresados, el miércoles pasado, junto a otros dos hombres que participaron en dos transportes de más de 450 kilos de cocaína. Además, en los allanamientos se secuestraron 49 vehículos, más de 4 millones de pesos, dinero en moneda extranjera y documentación de interés para la investigación.
En el marco de una investigación conjunta desarrollada por los titulares de las Áreas de Casos Complejos de las Unidades Fiscales de Jujuy y Salta, Federico Zurueta y Ricardo Toranzos, y de la Procuraduría de Narcocriminalidad, Diego Iglesias, junto al responsable de la región NOA de esa área, Eduardo Villalba, y al fiscal de feria, Carlos Amad Martín, en una serie de allanamientos desplegados el miércoles pasado se detuvo a los hermanastros Abel Liquitay y David Liquitaya Choque, quienes están señalados como los líderes actuales del clan de “Los Liquitay”.
En dicho marco, entre el jueves y el viernes pasado, las juezas federales de Garantías -en feria- de Salta y Jujuy, Mariela Giménez y Carina Gregoraschuk, respectivamente, formalizaron la acusación penal contra ambos y dictaron su prisión preventiva por el delito de transporte de estupefacientes y lavado de activos provenientes del narcotráfico agravado por su habitualidad y por ser cometido por un grupo organizado. También hicieron lo propio respecto de Darío Giménez y Daniel Suárez, quienes eran investigados por su intervención en dos traslados de más de 450 kilos de cocaína, ocurridos en noviembre de 2023, en el sur de Salta, y en enero pasado, a la altura de la finca El Pongo, en la provincia de Jujuy.
Lavado de activos
El viernes pasado, la jueza jujeña Carina Gregoraschuk hizo lugar a la acusación formulada por el fiscal Zurueta y el auxiliar fiscal Jorge Viltes Monier, de la PROCUNAR NOA, respecto de Liquitay y Liquitaya Choque por el delito de «lavado de activos provenientes del narcotráfico, agravado por la habitualidad y por ser cometido por un grupo organizado». Fundaron la acusación en las pruebas recabadas, que incluían un listado de vehículos adquiridos o administrados por los acusados o intermediario, entre los que se incluían siete camiones, al tiempo que destacaron el hallazgo de un Honda Civic SI, un automóvil Seat, dos camionetas Toyota Hilux y una S.W4, una camioneta Volkswagen Amarok, cuatro cuatriciclos y otros rodados en un galpón de la localidad jujeña de Palpalá.
En tal sentido, la fiscalía destacó que, pese al enorme volumen de dinero necesario para la adquisición de estos vehículos, ninguno de los acusados registraba trabajo formal, ingresos registrados en la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) ni tampoco tenían sus declaraciones juradas actualizadas. También recordaron los vínculos de los acusados con otras cuatro investigaciones que involucraban a Alberto Estanislao Liquitay, padre de los implicados y ya fallecido.
Así, los fiscales pidieron la prisión preventiva de los dos líderes, la cual fundaron en la gravedad del hecho y la logística desplegada para darle apariencia lícita a los bienes adquiridos con ganancias del narcotráfico. Por otra parte, resaltaron el peligro de fuga -dado el poder económico que ostentan los imputados-, la posibilidad de entorpecer los peritajes y otras medidas de prueba pendientes, el riesgo de que alerten a sus familiares prófugos, y la escala penal excesiva, la que les impediría acceder al beneficio de morigeración.
La organización
De acuerdo con la investigación desarrollada por los representantes del Ministerio Público Fiscal, y en base a las tareas desplegadas por las Unidades de Procedimientos Judiciales y de Reunión de Información de Jujuy, de la Gendarmería Nacional, y del Grupo Operativo de Lucha Contra el Narcotráfico NOA, se determinó que Liquitay y Liquitaya Choque serían los líderes de la organización que fundó su padre.
El clan operaba en Jujuy y Salta desde 1978, y de acuerdo a lo planteado por el MPF, ya lleva tres generaciones implicadas en actividades del narcotráfico en la región del Noroeste Argentino. Cabe recordar que, el 5 de febrero de 2020, el Tribunal Oral Federal N°1 de Salta condenó a Alberto Estanislao Liquitay, Darío Alejandro Acevedo, Raúl Ricardo Farías y Ariel Estelino Georgevitch, a penas de entre 4 y 10 años de prisión por transporte de estupefacientes agravado por el número de personas intervinientes. Ello, en virtud del hallazgo de 11,672 kilogramos de cocaína dentro de encomiendas, ocurrido en julio de 2019, que fue investigado por el fiscal del Área de Casos Complejos, Ricardo Toranzos.
También, en junio de 2020, Torazos llevó a juicio a la pareja de Liquitay, María Virginia Quispe, a quien se le impuso una condena de 3 años de prisión condicional por traficar cocaína de Salta a Córdoba a través de encomiendas.
Ahora, la droga se obtenía a través de proveedores en la zona de frontera, a la altura de La Quiaca. Luego, con la intervención de otros eslabones de la organización, se coordinaba el traslado de la sustancia hacia San Salvador de Jujuy. Una vez allí, se acondicionaba la droga en otros vehículos que la transportaban hacia Salta, Tucumán, Córdoba, la Ciudad de Buenos Aires y Mendoza.
De este modo, la organización obtenía grandes ganancias, con las que luego adquirían bienes, tales como automóviles, camionetas y motocicletas.
Así, el miércoles pasado, se realizaron allanamientos simultáneos, en domicilios y locales comerciales de Salta y Jujuy, en los que se logró detener a los cuatro hombres. También, se secuestraron 49 vehículos, 4.718.000 de pesos, 13.603 dólares, 100 euros, 420 pesos bolivianos y documentación de interés para la investigación.
Otras imputaciones
También, el hallazgo -en los allanamientos ordenados por la jueza de Jujuy- de la documentación de dos vehículos que intervinieron en dos hechos de transporte de cocaína, culminó con la detención de Giménez y Suárez.
Giménez era buscado desde noviembre de 2023 por su intervención en el traslado de 418 kilos de cocaína, descubiertos en el sur de Salta. Por su parte, Suárez estaba vinculado al transporte de 46 kilogramos de esa sustancia, que estaban ocultos en el tanque de combustible de un camión Mercedes Benz que fue interceptado, el 4 de enero pasado, en la ruta 66, a la altura de la finca “El Pongo”, en Jujuy.
En este contexto, el viernes pasado, el auxiliar fiscal Ignacio Irigoyen, del Área de Casos Complejos de la Unidad Fiscal Salta, acusó a Giménez y a Liquitaya Choque por el delito de transporte de estupefacientes agravado por el número de intervinientes, en virtud del cargamento de 418 kilos de cocaína, por el que también hay otras tres personas acusadas. La acusación fue aceptada por la jueza salteña Mariela Giménez quien, dictó la prisión preventiva de ambos hombres.
Asimismo, el jueves pasado, la jueza Giménez también había formalizado la acusación formulada por el fiscal Carlos Amad, respecto de Suárez y Liquitay por la participación que tuvieron en el transporte de los 46 kilos de cocaína hallados en Jujuy.