Fundación Maiztegui impulsa vacunación contra el mal de los Rastrojos

La Fundación Maiztegui tendrá un stand en Agroactiva donde impulsará la vacunación gratuita contra el Mal de los Rastrojos.

La Fiebre Hemorrágica Argentina, conocida como el «mal de los rastrojos«, es una enfermedad causada por el virus Junín y afecta a una extensa región de nuestro país que abarca la provincia de Buenos Aires, sur de provincia de Santa Fe, Córdoba y La Pampa.

La contraen principalmente personas que trabajan, viven o visitan el campo o estuvieron en contacto con sitios invadidos por roedores del campo los cuales eliminan continuamente el virus a través de su saliva y orina, contaminando el medio ambiente en el que viven.

Síntomas

Los síntomas que presenta la Fiebre Hemorrágica se inician con cuadro de fiebre, decaimiento y dolor de cabeza. Luego pueden presentarse dolores musculares, de articulaciones, detrás de los ojos, mareos, náuseas y vómitos.

Ante la aparición de cualquiera de estos síntomas es importante consultar al médico ya que existe un tratamiento que, si se administra a tiempo, aumenta las posibilidades de curar la enfermedad.

Vacunación

La vacunación es la principal forma de prevenir la Fiebre Hemorrágica Argentina, es altamente eficaz y se encuentra en el calendario oficial, y disponible en los efectores públicos del Ministerio de Salud de la Provincia.

Deben vacunarse hombres y mujeres mayores de 15 años que no hayan sido vacunados anteriormente y que residan o desarrollen actividades en las zonas del área endémica. En el caso de las mujeres, no deben estar embarazadas o amamantando, ni presentar cuadros agudos o crónicos descompensados, estar recibiendo corticoides sistémicos o presentar cuadros de inmunosupresión congénitos o adquiridos y no deben haber recibido otras vacunas y/o gammaglobulinas, cualquiera sea, en el mes previo, ni recibirlas en el mes posterior a recibir la vacuna contra la Fiebre Hemorrágica Argentina.

Otras formas de Prevención

  • Mantener una higiene cuidadosa, principalmente de las manos y cambio de ropas, cada vez que se hayan frecuentado zonas con roedores.
  • No introducir tallos, hojas o granos en la boca.
  • No acostarse sobre bolsas o en el suelo.
  • Comer y dormir en habitaciones limpias.
  • Usar calzado cerrado.
  • Mantener desmalezados los alrededores de la vivienda para evitar que las lauchas se acerquen a ella; disponer de lugares libres de maleza para los juegos de niños.
  • No destruir la fauna depredadores de roedores, tales como lechuzas, lechuzones, chimangos y gatos.