El sonado caso de Camila, la adolescente de 16 años que ya hace más de seis meses denunció haber sido abusada sexualmente en Firmat desencadenó en la imputación de un joven de 19 años que sobrepasó los límites de lo consentido y la obligó a mantener una relación intima con ribetes de violencia.
Aunque su testimonio inicial daba cuenta de que había sido sometida en una casa en construcción por dos sujetos que luego huyeron en un automóvil gris, finalmente admitió que las circunstancias de su traumática experiencia fueron otras.
Y en ese sentido, Camila acusó al muchacho incriminado de haberla violentado sexualmente luego de ingresar juntos la madrugada del primero de enero al inmueble abandonado que consigno como lugar del hecho desde el primer momento, más allá de las diferentes versiones que aportó sobre lo sucedido, lo que los investigadores atribuyen al estado de shock emocional que le produjo el episodio.
Si bien ya había manifestado haber estado con él recién ahora surge que habría sido su abusador y no, como contó anteriormente, un amigo con el que habría mantenido una relación íntima y al salir del inmueble fue atacada por dos supuestos violadores que huyeron a bordo de un vehículo sin dejar rastros, lo que generó una fuerte indignación social que se visibilizó en una multitudinaria movilización en reclamo de Justicia.
Evidencias
Claro que la imputación solicitada por el fiscal de la causa, Matías Merlo, y a la que hizo lugar el juez Eduardo Bianchini, no sólo se sustenta en el nuevo relato que aportó la chica de 16 años ante una cámara Gesell, sino también en una serie de evidencias surgidas fundamentalmente de informes médicos y testimonios que fueron claves para fundamentar el delito achacado.
Las pericias indican que la menor presentaba lesiones en su cuerpo compatibles con un caso de abuso a lo que se suma un estudio científico que compromete al agresor, entre otros elementos como el testimonio de una persona que aseguró haber visto llorando a la adolescente cuando se retiraba del lugar del hecho con su presunto abusador para luego tomar por caminos diferentes, lo que habría sido acreditado también por registros fílmicos de cámaras de seguridad.
Aunque lo sucedido podría ser interpretado por la sociedad firmatense como un giro inesperado de acuerdo a la versión inicial de lo acontecido, el fiscal interviniente nunca descartó la hipótesis de que el abusador podría ser el propio joven con el que la chica entró a la construcción abandonada para mantener intimidad consentida que, sin embargo, termino en un acto violento.
Al menos así lo revelaron a LaCapital fuentes cercanas a la investigación que recaló en el Ministerio Público de la Acusación de Melincué luego de la feria judicial de principio de año donde el caso estuvo primero comandado por el fiscal de Venado Tuerto, Horacio Puyrredón, y después en manos de su también colega venadense, Andrea Cavallero.
En ese lapso se logró establecer a ciencia cierta el lugar del hecho merced al testimonio que la menor vertió ante una psicóloga y posterior medidas judiciales, pero no surgieron avances sustanciales y hasta la investigación terminó siendo blanco de críticas por parte de la familia de la víctima que ahora, a la luz de los acontecimiento, destacó el papel que jugó el fiscal Merlo.
Confesión
Si bien las actuaciones siempre estuvieron direccionadas a esclarecer un hecho de abuso, la falta de resultados y definiciones no sólo generó incertidumbre en la población firmatense sino cierta sensación de impunidad en torno a un caso que, en rigor, seguiría estancado si no fuera por la confesión que, finalmente, hizo la víctima a su familia y luego ratificó judicialmente por medio de una cámara Gesell.
Ello sumado a la colección de otras pruebas allanó el camino para imputar al muchacho, también firmatense, quien se abstuvo a declarar y al que además se le fijo una prohibición de acercamiento hacia la menor.
Desde que Merlo se hizo cargo de la causa se tomaron una serie de medidas investigativas y al no aparecer el auto ni surgir indicios sobre los supuestos abusadores sindicados por la chica tomó aún más cuerpo la posibilidad de que el responsable del hecho haya sido su propio amigo. Y más aún porque los exámenes biológicos sobre muestras seminales determinaron que son compatible con el perfil genético del imputado al que finalmente Camila, luego de confiárselo a su familia, aseguró que la agradeció y forzó a un acto sexual que no estaba dispuesta a realizar.
Con esos elementos el fiscal solicitó, con éxito, la imputación del acusado que seguirá en libertad restringida mientras siga el proceso que, todo indica, culminará en un juicio oral.
Nueva cámara Gesell
«Familiares se acercaron a Fiscalía para manifestar que la chica quería declarar por lo que se dispuso una nueva cámara Gesell donde además de contar como fueron los hechos dijo que cuando llegó a su casa no contó lo que realmente sucedió porque temió que tomasen represalia contra agresor», comentó una fuente.
Cabe recordar que luego de sucedido el hecho la menor caminó unas cuadras hasta ser rescatada por su hermana y su cuñado para luego radicar la denuncia.
Los padres de la victima expresaron a través de las redes sociales su satisfacción por la imputación judicial del presunto abusador aunque no sin antes cuestionar comportamientos que apuntaron a minimizar lo sucedido, especialmente por parte de «funcionarios que en lugar de apoyar a la víctima armaron un discurso para que muchas personas no escucharan ni creyeran», indicaron, entre otras consideraciones.
Y como cantracara al achaque de quienes buscaron desvirtuar agradecieron al Concejo Municipal de Firmat así como al fiscal Merlo quien resaltó públicamente: «La valentía de nuestra hija durante todo el procedimiento y sobre todo ante la Cámara Gesell», al tiempo que rescataron la ayuda de «innumerables personas» y dijeron: «Sólo nosotros sabemos este calvario que estamos transitando», para finalmente rescatar que lograron dar «otro paso hacia la Justicia».
Las pericias indican que la menor presentaba lesiones en su cuerpo compatibles con un caso de abuso(LA CAPITAL)