Seguramente esta nota podría traer polémicas porque existen enormes intereses económicos en juego en la organización de las fiestas de egresados y en los viajes de egresados.
En este sentido, el mes de diciembre son jornadas de fuertes erogaciones de dinero para numerosas familias, y son tiempos difíciles en las economías familiares bajo pandemia, con contracción económica, alta inflación (sobre todo en alimentos) y sueldos que no alcanzan a veces para cubrir las necesidades básicas.
En este contexto, muchos jóvenes se sienten discriminados por una sociedad con muchas personas pocas empáticas. Uno de los mayores gastos cuando se va extinguiendo un nuevo año son las fiestas de egresados.
En muchos casos, un alto porcentaje de estudiantes no pueden participar ( a pesar que la fiestas fue esperada por un lustro)debido a los altos costos económicos. El “mecanismo” que “conforman” estos encuentros, elevan las erogaciones a niveles que muchas familias no pueden afrontarlos y decenas de alumnos quedan fuera de un circuito donde algunos participantes (sobre todos padres) se mueven por vanidades, y otros por cuestiones económicas.
Solamente mencionaremos, el costo de vestimentas para la familia, tarjetas para asistir a la fiesta(carísimas), vestidos para las chicas, trajes o sacos para los chicos, zapatos, peinados y cortes de pelo etc, etc, etc
Un costo económico inalcanzable para cualquier familia. En estos gastos siderales no contamos el viaje de egresados que ya tiene valores por alumnos “disparatados” y las familias deben endeudarse con cuotas altísimas durante los dos últimos años de la carrera de sus hijos, más las prendas de vestir necesarias, y dinero para los gastos individuales.
En muchos casos, una familia se endeuda a niveles poco recomendables para ingresar a la fiesta, otras no pueden participar sintiendo estos últimos (alumnos y progenitores una enorme tristeza y frustración). La fiesta de egresados es algo que se lleva consigo toda la vida. Yo recuerdo en la Escuela Salesiana de la Trinidad nadie se quedaba sin participar porque eran de bajo costo económico y la podían disfrutar esa meta alcanzada toda la familia y no dos o tres (miembros de una familia) por los costos que en el presente tienen en la gran mayoría de las escuelas.
Ante esto la Dirección de Escuelas (sobre todo de un gobierno Justicialista) debería buscar los resquicios legales para poner un “freno” a tanta irracionalidad de parte de algunos sectores beneficiados económicamente y que la fiesta de egresados sea de todos los alumnos y progenitores que cumplen una etapa tan esperada.
Los colegios (privados) que hagan lo que quieran con sus fiestas de egresados….pero la Escuela Pública y Gratuita siempre igualó a la sociedad (aunque algunos no lo quieran por diversos intereses). Trabajemos para esto, aunque algunos con fuertes intereses económicos “saltaran”.