Falleció el hombre de 36 años que había ingerido por error «el hongo de la muerte» en Calamuchita, provincia de Córdoba.
Iván Tarasconi, oriundo de Río Cuarto, se encontraba internado desde el 24 de enero. Previamente había ido el 22 al hospital de Santa Rosa donde le habían sugerido que se internase.
El hombre había consumido hongos silvestres que recogió del suelo. Por error, no era un hongo comestible: era la especie Amanita Phalloides, que le produjo una insuficiencia hepática fulminante, aseguró el doctor Mario Sorbera del Sanatorio Allende.
El fallecido trabajaba en la Facultad de Ciencias Económicas, de la Universidad Nacional de Río Cuarto (UNRC).
El Amanita Phalloides es un hongo que solamente crece junto a los pinos y robles, ya que sus raíces se asocian, por eso, es común hallarlo en varios sectores de las sierras de Córdoba.
Según Carlos Urcelay, biólogo profesor de la UNC e investigador del Conicet especializado en hongos, «el daño en el cuerpo depende de la cantidad de hongo consumida, pero que generalmente suelen ser consecuencias leves», pero en este caso, al parecer el hombre consumió una cantidad considerable el pasado 22 de enero, lo que explica su trágico desenlace.
El hongo tiene un color blanco crema, con algunas tonalidades amarillentas verdosas, anillo y una forma de saquito en la base del pie, llamado volva. «El champiñón y otros parecidos tienen colores similares, anillo debajo del sombrero, pero no tienen el saquito abajo», dijo Urcelay.
Los primeros síntomas de envenenamiento son náuseas, diarrea y suelen aparecer a las cuatro o cinco horas después de ingerir el hongo.(Los Andes)