Mercedes Fernández tiene 101 años, es una de las 17 residentes del Hogar Municipal de Ancianas Eva Perón de Escobar y decidió retomar sus estudios secundarios, algo que la tiene más activa y entusiasmada que de costumbre.
Mercedes nació un 12 de enero de 1922 en la localidad de Venado Tuerto, pero a los cuatro años llegó a Escobar y se quedó para siempre. En 2021, cuando tenía 99, debió afrontar la pérdida de su marido.
Sin su compañero, atravesó un proceso de crisis profunda que prácticamente la llevó a estar en situación de calle, deambulando por distintos lugares y sin tener un lugar fijo donde vivir. Solía frecuentar hospitales y todos los días pasaba por el Centro de Jubilados Ferroviarios a buscar un plato de comida.
Según informó el portal ElDiaEscobar Esa dura realidad, se revirtió cuando las autoridades del lugar al que asistía para alimentarse comunicaron su caso al área de Desarrollo Social del Municipio. Fue así que ingresó al Hogar “Eva Perón”, donde pudo fijar su domicilio y, sobre todo, encontrar una red afectiva y de contención, con la asistencia de personal profesional y el apoyo de sus nuevas compañeras.
En la residencia se llevan adelante distintas actividades y se busca incentivar la autonomía de las concurrentes, promoviendo el envejecimiento activo. A través del trabajo grupal e individual se abordan proyectos e inquietudes de las adultas mayores y fue en ese contexto que surgió la iniciativa de Mercedes de cumplir el sueño de terminar sus estudios.
Para que ello fuera posible, la directora del Hogar de Ancianas, Noelia Alegre Pivar, y la trabajadora social Elizabeth Villanueva se pusieron en contacto con el director del Centro de Educación Secundaria para Adultos Nº451, Cristian Rondinella, e incorporaron a Mercedes a la modalidad de adultos mayores.
El instituto funciona en el edificio de la Escuela Primaria Nº1, que está a la vuelta de la residencia, lo que le permite a Mercedes asistir sola y así seguir activa y tener mayor autonomía personal.
“Volver al colegio es una cosa que yo tenía pendiente de hace mucho tiempo. Es un sueño que se lo debo a la directora del hogar. Muchos me decían que era una idea loca, pero ella me dio aliento para que lo hiciera. Sin ella, esto no hubiera sido posible”, agradece, sin olvidar a su asistente. (InfoGEI)