En todo el mundo, la atención a la protección del medio ambiente se ha vuelto indispensable. Tras unos años de proyectos aplazados o cancelados, la expectación por los viajes es cada vez mayor. Sin embargo, en medio de una pandemia mundial y de una alarmante emergencia climática, la presión para cambiar el estilo de vida y actuar de forma más responsable es máxima. De hecho, muchas personas tienen en cuenta la sostenibilidad a la hora de elegir destino de vacaciones. En Argentina, gracias a su gran variedad de paisajes, existen muchos destinos sustentables para conocer. Como por ejemplo, recorrer en bicicleta la Quebrada de Humahuaca, comer la centolla que uno mismo puede pescar en lo profundo del canal de Beagle, realizar una increíble expedición en la cordillera de los Andes hacia el «Cráter del Volcán Corona del Inca» en La Rioja o visitar el Parque Nacional El Palmar, en la provincia de Entre Ríos para hacer ecoturismo y disfrutar de un safari fotográfico, kayak, cabalgatas, avistaje de aves y excursiones nocturnas.
Por todo esto y con motivo a la proximidad de Semana Santa en nuestro país, en donde muchas personas aprovechan estos días para viajar y vivir nuevas experiencias, los lingüistas expertos de Babbel, la plataforma de aprendizaje de idiomas enfocada en conversaciones cotidianas, han analizado 7 de los términos más interesantes del turismo sostenible para impulsar la acción responsable en las vacaciones y fomentar el entendimiento mutuo a través del lenguaje.
Turismo regenerativo: este enfoque más reciente y en evolución del turismo sostenible tiene como objetivo no sólo hacer menos daño, sino también dejar un lugar mejor que el que encontramos. Significa reconocer que es posible ir más allá de la mitigación de los impactos negativos y generar beneficios sociales y ambientales positivos para las personas y los lugares al desarrollar acciones turísticas. Limpiar una playa, plantar árboles en un bosque o simplemente comprometerse a comprar sólo productos locales, todas son oportunidades para devolver algo al destino que se visita.
Turismo comunitario: se trata de un tipo de turismo en el que las comunidades locales invitan a los turistas a sus casas, permitiéndoles conocer los hábitats y la fauna locales, así como celebrar y respetar las culturas, los rituales y la sabiduría tradicionales. Es una forma de turismo sostenible que permite a los viajeros establecer una estrecha conexión con el lugar que visitan. Este tipo de turismo es muy diferente de un destino a otro, pero el hilo conductor de estas experiencias es que son totalmente de propiedad y gestión comunitaria, lo que significa que la estancia beneficia a la comunidad en su conjunto. Para ello, es esencial buscar comunidades que gestionen sus propias casas de huéspedes, organicen sus excursiones y den a los lugareños la oportunidad de interactuar con turistas en sus tierras.
Agroturismo: el agroturismo, una forma de turismo rural, es cuando la agricultura y el turismo se unen para ofrecer una experiencia educativa, ya sea una visita a una granja, un viñedo, un rancho o una clase culinaria. Agricultores, ganaderos y bodegas están convirtiendo sus tierras en un destino y abriendo sus puertas al público para dar a conocer su negocio. El agroturismo es a veces un medio necesario para mantener muchas pequeñas explotaciones y esta forma de viajar suele beneficiar también a las comunidades circundantes al atraer a los turistas a la zona. Por ejemplo, para los amantes del vino, puede ser alojarse en una bodega, aprender sobre las variedades de uva locales, la producción de vino y, sobre todo, disfrutar de una cata de vinos.
Filanturismo: la filantropía asociada al turismo se denomina comúnmente «filanturismo». Esta tendencia de rápido crecimiento en el mundo actual es una forma de turismo voluntario que consiste en elegir un destino necesitado de turismo. Los viajeros pueden elegir unas vacaciones o una experiencia para promover una causa, estimular la economía o realizar un voluntariado en la comunidad, garantizando que el viaje sea un factor positivo. Buscar lugares turísticos que se hayan visto afectados por una catástrofe natural o que hayan sufrido económicamente la pandemia es una buena manera de apoyar.
E-albergue: la unión de «eco» y «alojamiento», el e-albergue es un alojamiento respetuoso con el medio ambiente que se define tradicionalmente como un hotel o alojamiento que está firmemente comprometido con la minimización de su impacto en el medio ambiente. La sostenibilidad desempeña un papel mucho más importante en la definición de alojamiento «verde» o «ecológico»; hoy en día se espera que un lugar adopte los principios de la sostenibilidad, desde las iniciativas ecológicas hasta los programas de apoyo a la comunidad. A la hora de elegir un alojamiento ecológico, algunos elementos son clave: ¿cómo gestionan los residuos de comida, dan las sobras a la comunidad? ¿Disponen de sistemas para ahorrar agua? ¿Ofrecen medios de transporte alternativos, como la bicicleta? Estas pequeñas acciones pueden tener un gran impacto en el lugar.
Turismo lento: inspirado en el movimiento de la comida lenta de los años 80, el turismo lento consiste en viajar con menos frecuencia, pero durante un periodo de tiempo prolongado a un ritmo lento, lo que permite al turista vivir una experiencia profunda, auténtica y cultural. El viaje lento se asocia generalmente a prácticas sostenibles, teniendo en cuenta el impacto medioambiental, social y económico de los viajes. Por último, los efectos negativos del turismo sobre el medio ambiente suelen mitigarse o reducirse, ya que los viajeros tienden a pensar de forma más consciente y suelen elegir medios de transporte más respetuosos con el medio ambiente. Las palabras clave aquí son «experiencia» y «lentitud». Esta es una oportunidad para olvidarse de los aviones y tomar el camino más largo. Por qué no salirse de las rutas habituales o dedicar tiempo a ampliar los conocimientos gastronómicos conociendo a los lugareños a través de su cocina local.
Presumir de tren (tagskryt): contribuyendo al movimiento de los viajes lentos, e inspirado por los esfuerzos de Greta Thunberg por abandonar los viajes en avión, nació el término sueco «tagskryt». Con el mismo espíritu que el «flygskam» (vergüenza a viajar en avión), el «train bragging» pretende presumir con orgullo de los esfuerzos realizados para minimizar la huella de carbono viajando de forma más ecológica. De hecho, el tren está reconocido como el modo de transporte motorizado menos contaminante. Esto fomentaría la segunda edad de oro del ferrocarril.
Según explica Héctor Hernández, lingüista y Curriculum & Enrichment Lead de Babbel Live, «en todo el mundo la atención a la sostenibilidad ambiental y el turismo sostenible es una de las últimas tendencias. Como consecuencia, esto se está convirtiendo cada vez más en un tema de conversación entre amigos y en un importante tema de discusión en la política y en las noticias. Como somos conscientes de la relevancia de este tema, hemos dedicado varias clases de Babbel Live al ecologismo y la sostenibilidad para dar a nuestros usuarios la confianza necesaria para hablar y leer al respecto también en otro idioma. Al hablar de turismo sostenible en particular, sabemos que la terminología aún es nueva y existen términos desconocidos que queremos traer a la luz. Además, muchos de estos términos y tendencias describen una forma de viajar que promueve una experiencia intercultural más profunda. Alojarse con una familia o practicar el agroturismo puede ofrecer a los turistas la oportunidad de mantener conversaciones significativas con los lugareños, probar algunas de sus recetas tradicionales y, a menudo, practicar otro idioma«.