Pese a haber estado al borde de la muerte y perder 15 kilos, además de masa muscular, el único contagiado de coronavirus que permaneció internado durante 52 días, en la terapia intensiva del hospital Provincial Dr. Gutiérrez, se recupera en su localidad, Elortondo, junto a su esposa que también estuvo infectada aunque sin necesidad de internación. Se trata del ex bancario, Héctor Chiriotto (62 años), quien pidió a la gente que «sea prudente y se cuide porque este virus no respeta ni edad, ni sexo».
Chiriotto decidió emprender una nueva vida tras su jubilación como empleado bancario, más dedicado al ocio, entretenimiento y entrenamiento físico. En los últimos años alternó su trabajo en las sucursales del Banco Provincia de Santa Fe en las localidades de Chovet y Elortondo. Héctor es reconocido históricamente en el sur de la provincia por su otra actividad; fue durante años árbitro de básquet.
En el mes de marzo Héctor, su esposa y dos matrimonios amigos del pueblo viajaron a Ushuaia. En ese tour de placer llegaron a Calafate el 16 de marzo. Allí estuvieron completamente aislados durante dos días para luego emprender el viaje de regreso cinco días antes de lo pautado con la agencia de turismo. Es que el 20 comenzó el aislamiento social y era necesario permanecer en los lugares de origen. El viaje de placer de 9 días terminó siendo de 5 y lejos estuvo de ser placentero
En ese avión de regreso, viajaron 30 personas de distintos lugares del mundo. En el aeropuerto bonaerense cada uno fue a su destino. Veinte de las 30 personas resultaron coronavirus positivo y siguieron el aislamiento en sus respectivos hogares. Y dos de los contagiados posteriormente fallecieron, ambos también de la provincia de Santa Fe: uno de Rafaela y el otro de Villa Constitución. El restante fallecido en la provincia por Covid-19 fue el cónsul chileno, en Rosario.
Lo cierto es que apenas llegaron a Elortondo, las tres parejas fueron aisladas. De esas seis personas, cinco habían contraído coronavirus. En el caso de Héctor, las dolencias fueron de menor a mayor hasta que se hicieron insostenibles y el 1º de abril (luego de cumplir casi el aislamiento de 15 días) fue internado de urgencia en el hospital provincial Dr. Gutiérrez de Venado Tuerto, distante a unos 45 kilómetros de Elortondo.
Internación
El 1º de abril Héctor Chiriotto fue trasladado de Elortondo a Venado Tuerto. Nunca imaginó que ese dolor fuerte de cabeza derivaría en 52 días de internación, en la Unidad de Terapia Intensiva (UTI) de ese nosocomio público.
«Lo que te puedo decir es que mucho no recuerdo porque estuve en coma inducido durante casi toda mi estadía en el hospital», contó Héctor, y agregó que cuando le sacaron la intubación, seis días antes del alta médico, «me desesperé porque estuve algunos días sin poder hablar. Ese te diría que fue mi peor momento porque anteriormente estuve sedado, dormido, por lo que no sentía nada. Además no podía estar en contacto con mi familia y eso era desesperante».
La intubación endotraqueal es un procedimiento médico en el cual se coloca una sonda en la tráquea a través de la boca o la nariz. En la mayoría de las situaciones de emergencia, se coloca a través de la boca. Así estuvo Héctor durante casi cuarenta día, pero es poco y nada lo que recuerda de esa horrible experiencia. «Sabía que debía estar boca abajo y entubado, porque cuando estaba boca arriba me costaba respirar», remarcó.
El día 28 de abril, Chiriotto pasó su peor día y estuvo al borde de la muerte. «Me dijeron que ese día fue muy complicado y que estuve en una situación crítica, corriendo peligro mi vida. Por supuesto que yo no sentí nada por el hecho de estar en un coma inducido. Pero evidentemente casi muero ese día aunque luego comencé a recuperarme lentamente», dijo Héctor con la voz entrecortada.
El 20 de mayo finalmente el paciente de Elortondo logró el alta médica. Un cerrado aplauso del personal médico del hospital y algunos allegados le dieron una cálida despedida tras irse a su domicilio.
Su imagen, a pesar de tener puesto el barbijo, denotaba la de un hombre exhausto pero visiblemente conmovido y al borde de las lágrimas.
Para Chiriotto fue clave la atención del efector público y no tiene más que palabras de agradecimiento. «Me atendían como a un bebé y tengo el mejor de los recuerdos del personal médico y no médico del Gutiérrez. Tuve la suerte de estar sólo con coronavirus ya que no había otros pacientes con el mismo cuadro médico que el mío».
Prudencia
Héctor no puede entender la relajación de muchos habitantes en cuanto al cuidado que requiere la pandemia mundial por coronavirus. «El otro día vi por televisión como salieron centenares de personas a caminar sin tomar recaudos y no podía entenderlo. No es nada fácil atravesar esta enfermedad y es muy triste sobre todo por la familia que no te puede ver cuando caes internado», dijo Héctor.
Chiriotto vivió de cerca la muerte y la prueba más palmaria de esa situación es que dos de las víctimas fatales por coronavirus de la provincia de Santa Fe fueron sus compañeros de viaje a Ushuaia. «De la víctima de Villa Constitución tengo el mejor de los recuerdos. Era una persona sumamente divertida y siempre de buen humor. La otra persona fallecida, oriunda de Rafaela, no la conocí demasiado pero estaba en el mismo contingente de turistas», resaltó Héctor, quien pudo salvar su vida, tras 52 días en terapia intensiva, en cierta medida por su buen estado de salud general.(LA CAPITAL)