La principal incertidumbre gira en torno a los artículos 26° y 27°, referentes a los permisos de pesca y las cuotas de captura, respectivamente, que ahora el Gobierno Nacional busca modificar.
En el primer caso, la normativa vigente establece que se priorizará para el otorgamiento de los permisos a “los buques que empleen mano de obra argentina en mayor porcentaje”; aquellos construidos en el país y su menor antigüedad; y que agreguen “mayor valor al producto final”.
En su reemplazo, el Gobierno Nacional propone en la “Ley Ómnibus” que para el otorgamiento de los permisos “la autoridad de aplicación sólo podrá verificar los requisitos técnicos y de seguridad de los buques”.
Y que las habilitaciones “no podrán tener un tratamiento diferencial por el origen de los buques, su antigüedad o la mano de obra que empleen; ni por las características de las empresas titulares de los buques”.
Asimismo, el artículo 27 de la ley vigente dispone parámetros similares para la asignación de las cuotas para cada permiso de pesca. Se toman como prioridad ítems como la cantidad de mano de obra nacional ocupada; inversiones realizadas en el país; el promedio de toneladas de captura de cada especie durante los últimos 8 años; y el número de productos pesqueros elaborados por buque.
Proyecto de Milei
El proyecto del Gobierno Nacional apunta a un cambio sustancial en este artículo, que incluso genera más preocupación en el sector: se establece que las cuotas de captura serán asignadas “a través de un sistema de licitaciones internacionales, adjudicándolas a quien aporte el mayor arancel para la captura determinada”. Esto abriría la participación de empresas extranjeras.
Y cada firma podrá ejecutar su cuota de captura mediante cualquier barco que tenga un permiso de pesca, sin priorizar la mano de obra nacional empleada ni su historial en el sector; aunque las empresas “que ya tienen cuota asignada tendrán una preferencia que les permitirá obtener hasta la mitad de la cuota que tenían al mayor precio ofrecido en la licitación”.
Desarrollo del sector pesquero
Cabe señar, que a raíz del crecimiento y el desarrollo de la actividad pesquera en el Mar Argentino, la industria naval realizó desde 2020 unas 32 botaduras de barcos producidos en el país, después de varios años sin órdenes de construcción para los astilleros nacionales.
De acuerdo con datos a los que InfoGEI pudo acceder, una de las principales razones de crecimiento de la pesca fue el aumento exponencial de la captura y exportación de langostinos, que trepó de 30.000 toneladas en 2003 a 215.000 en 2021, con picos de 250.000 toneladas, y que en 2022 se mantuvo en torno a 210.000.
Con lo cual creció siete veces en 19 años, con ingresos de divisas por exportaciones que superaron los US$ 1.000 millones para al país en los dos últimos años. (InfoGEI)