(Por Jorge Deboli) Edvard Moser es uno de los descubridores del “GPS” del cerebro, un sistema de neuronas que ayudan al posicionamiento y la orientación espacial. El lunes pasado brindó un coloquio en el Instituto Balseiro (IB), en Bariloche. En una entrevista con la periodista Laura Gracía Oviedo, cuenta algunos detalles de su investigación en torno a las “células grid” y opina sobre los jóvenes neurocientíficos de Argentina
En su charla, durante un coloquio especial realizado en el Instituto Balseiro, el Premio Nobel en Medicina y Fisiología Edvard Moser, mostró parte de la historia de este conjunto de ciencias que se entremezclan para estudiar el cerebro.
A través de una rica trama de acontecimientos, Moser llevó a la audiencia -en su mayoría científicos-, hacia el capítulo por el cual obtuvo con May-Britt Moser y John O `Keefe el citado Premio Nobel en 2014. O` Keefe descubrió las células de lugar, que están ubicadas en el hipocampo, y que ayudan a posicionarse en el espacio. Junto con May-Britt Moser, Edvard Moser descubrió las células “grid” (o células grilla, en español), que son neuronas que arman mapas internos del espacio y que permiten a los animales orientarse y navegar por el mismo.
En su charla, contó que en la década de 1950, el cerebro comenzó a dejar de ser una “caja negra”, cuando se logró empezar a registrar la actividad neuronal.
“Antes simplemente no tenían herramientas ni conceptos, nada. Quiero decir que fue muy difícil porque no sabían qué buscar”, dijo el científico, minutos después de que terminase el coloquio, durante una breve entrevista con la periodista Laura Oviedo, del Área de Comunicación del Instituto Balseiro.
Hallazgo
Ante la consulta de si fue una sorpresa el hallazgo de las neuronas grilla cuenta que lo fue y no lo fue a la vez. “Lo que queríamos hacer era comprender de dónde obtienen su input las células de lugar en el hipocampo. Cuando vimos que debía haber algo fuera de esa área, en la corteza cerebral, esperábamos encontrar un disparo especial allí. Pero lo que fue una sorpresa fue que el disparo espacial era hexagonal, que era el patrón como una cuadrícula, que era totalmente inesperado. Pero, por supuesto, una vez que vimos eso… Había algo allí, lo sabíamos”. El hallazgo pionero se realizó en ratas. Otros investigadores han comprobado desde entonces la existencia de estas células grilla también en murciélagos, monos y humanos.
Con respecto a los avances en los últimos 60 años, Moser expresó que un gran logro fue pasar de distinguir la actividad de las células individuales a estudiar la actividad de muchas, muchas neuronas al mismo tiempo. “En la actualidad, se puede inferir los códigos computacionales que el cerebro está usando. Llegar a los algoritmos o los códigos del cerebro es una transición muy importante. Ahora estamos entendiendo los mecanismos de cómo trabaja el cerebro y no solo algo descriptivo como antes”, destacó Moser. Moser, que se queda unos días de visita en Bariloche, nació en Noruega en 1962.
Consejos
Respecto de los consejos que les daría a los estudiantes de carreras de física e ingeniería del Balseiro, Moser indicó: “Les diría que la física está comenzando a ocupar un lugar central en la neurociencia. De modo que simplemente alentaría a mucha gente con conocimientos de física a entrar en la neurociencia porque la neurociencia se está volviendo muy cuantitativa. Antes era más descriptiva, pero ahora hay muchos datos y puedes ver las relaciones y puedes crear modelos para cómo funciona. Entonces, me refiero a que te estás metiendo en la misma forma de trabajar que ha sido común en la física durante muchos años. Así que simplemente alentaría a mucha gente a entrar en la neurociencia porque esas personas son necesarias”.
Aporte de argentinos
Durante su charla, Moser mencionó el trabajo del barilochense, Emilio Kropff, en el Instituto Leloir de Argentina y de la egresada del Balseiro, Soledad Gonzalo Cogno, y en tal sentido, la periodista del IB le preguntó sobre ellos y sus contribuciones al equipo del Nobel.
“Creo que ilustran muy bien, ambos, el valor de tener físicos en la neurociencia. Aportan mucha fuerza cuantitativa. Son personas muy inteligentes que tienen muchas herramientas analíticas y conceptuales, pero también son personas muy amables. Ambos. Creo que es una buena combinación: personalidad agradable, intelecto y un entorno único. Estoy ansioso por encontrar más de este tipo de personas de Bariloche. Con suerte, algunos volverán y traerán su enfoque experimental de combinación también algún día”.
Ante la consulta cuál sería la característica más maravillosa del cerebro, El científico respondió sonriendo: “Eso es difícil de decir. Creo que el hecho de que siempre encuentra una solución inesperada. Esa es quizás la característica más sorprendente. Todavía estamos en el comienzo del estudio del cerebro y todavía quedan muchas sorpresas. Quizás sea lo más maravilloso para mí”.
Edvard Moser es Doctor en Neurofisiología por la Universidad de Oslo. En la actualidad es director del Kavli Institute para Sistemas de Neurociencia en Trondheim, Noruega. (InfoGEI)