A un mes de su publicación, que creó enorme revuelo en los sectores más conservadores de la Iglesia, el papa Francisco salió a respaldar la Declaración Fiducia Supplicans, que autorizó la bendición pastoral de “parejas irregulares” (divorciados vueltos a casar) y del mismo sexo, siempre y cuando esto no se confunda con un matrimonio: “No se bendice la unión, sino las personas”.
“A veces las decisiones no se aceptan, pero en la mayoría de los casos, cuando no se aceptan, es porque no se entienden”, dijo Francisco en sus primeras declaraciones públicas al documento.
“El peligro es que si algo no me gusta y lo pongo (la oposición) en mi corazón, me convierto en una resistencia y saco conclusiones feas”, explicó el pontífice en una entrevista con el programa de televisión “Che Tempo Che Fa” del Canal 9 italiano.
En la entrevista televisiva emitida este domingo, Francisco reconoció que a veces se siente solo cuando toma decisiones. Así manifestó que “hay que pagar un precio de soledad” y “a veces las decisiones no son aceptadas”, pero a menudo sucede “porque no se sabe” lo que se critica.
El nuevo documento, que generó la polémica, fue elaborado por el Dicasterio para la Doctrina de la Fe, que desde septiembre a cargo del cardenal Víctor Manuel “Tucho” Fernández.
El documento, sin embargo, deja en claro que “se mantiene firme la doctrina tradicional de la Iglesia sobre el matrimonio, no permitiendo ningún tipo de rito litúrgico que pueda causar confusión”.
Ante las críticas, Fernández fue contundente días atrás y apuntó a los principales críticos: “Es totalmente incorrecta esa percepción, y quien lo dice o no ha leído el texto o tiene ‘mala leche’, permítame la expresión. La declaración afirma claramente y hasta el cansancio que se trata de bendiciones no ritualizadas, de manera que no se interpreten como un matrimonio”, dijo el cardenal cordobés, en una entrevista con el diario español ABC en la que reivindicó “Fiducia supplicans, sobre el sentido pastoral de las bendiciones”, documento que lleva su firma y fue aprobado el 18 de diciembre pasado por el Pontífice. (DIB)