“Materialoteca de Biomateriales”, el nombre de su trabajo, fue seleccionado para participar de la Teachers COP, el evento global donde docentes de todo el mundo se reúnen para contar sus iniciativas de cuidado ambiental.
El proyecto pedagógico de Paula ganó y la docente argentina fue elegida para representar a la Argentina en la Cumbre #COP27 por el Cambio Climático de las Naciones Unidas, que se desarrolla en Egipto.
Un hecho sin precedentes que marcó dos hitos importantes: es la primera vez que una personalidad del mundo educativo de nuestro país llega a la ONU para contar qué hace dentro del aula por el cambio climático.
Según revela el medio digital Gaceta Educativa, Paula entiende a la escuela como un espacio que ofrece la oportunidad de buscar soluciones reales a las problemáticas del planeta como la contaminación generada por el hombre. «También es un lugar donde se pueden interpretar nuevas formas de consumo», señala.
La propuesta de Paula se desarrolló con el objetivo de experimentar con técnicas nuevas y sumergirse en el área del diseño sustentable, muy necesario para los desafíos del mundo en el que vivimos, donde la conciencia ecológica está a la orden del día.
Cómo nació el proyecto
Todo comenzó con un trabajo curricular junto a estudiantes de cuarto año de la ORT. El objetivo fue generar materiales orgánicos para concientizar a los jóvenes sobre las consecuencias de la producción, el consumo y el descarte de residuos. “La humanidad provoca un ciclo lineal y cada vez se acumula más sin nutrir a nadie. Creamos un sistema artificial tan enorme que miles de toneladas de basura se acumulan en rellenos sanitarios de todo el mundo”, justifica Paula.
El trabajo curricular Implicó un proceso de varias etapas en el que, primero, los alumnos tuvieron que llevar adelante una investigación para buscar recetas de biomateriales -ya existentes y testeadas-, y realizarlas en vivo junto a los docentes de la materia Tecnologías de los Materiales y Procesos Productivos.
“Elaboramos infografías basadas en el diseño universal. Las expusimos en lugares estratégicos de la escuela. Luego, encontramos soluciones: producir, diseñar y fabricar biomateriales. La consigna fue generar materiales amistosos con el medio ambiente que pudieran compostarse al final de su ciclo de vida”, revela Paula.
Y así comenzó la etapa experimental. Entre hornallas prendidas, recipientes con almidón y bowls con desechos de café y yerba mate; el aula se convirtió en una cocina hogareña. Las instrucciones eran claras: hacer, probar, equivocarse y volver a intentar con la experiencia adquirida.
El entusiasmo de los estudiantes derivó en la creación de múltiples materiales de diferentes texturas, grosores, aromas y colores. El resultado final fue la construcción de una materialoteca, un muestrario de materiales biodegradables que contiene todas las características y procedimientos que usó el equipo, para que cualquier estudiante pudiera repetirlo a través de infografías y video-tutoriales.
“Cada material integra una materialoteca y en una ficha técnica plasmamos todo el proceso: la documentación de ingredientes, metodologías y muestras de resultado. Sin dudas, esta actividad fue pura inspiración para la nueva temática curricular en la que nos adentramos en la orientación de Diseño a lo largo del ciclo lectivo. El objetivo es que puedan comprender que la realización de biomateriales tiene un importante impacto ecológico, sustentable y hasta a nivel comercial”, explica la docente premiada.
Proteger el planeta
La actividad práctica en el aula también inspiró a la propia Paula. “Me presenté en un concurso que promueve UNICEF Latinoamérica, Fundación MERI y la oficina climática de UNESCO para fomentar la divulgación de las prácticas docentes que trabajan en temas ambientales. Participé en la categoría de desarrollo profesional de docentes y gané”, desarrolla.
Y sigue: “Antes, en la materia que dicto, enseñaba los usos clásicos del plástico, y ahora estamos trabajando con el paradigma de lo sustentable y buscando las soluciones que el mundo necesita. Es muy importante que los materiales sean amables con el ciclo de la naturaleza y el ambiente”, enfatiza.
El potencial que tiene la materialoteca desarrollada en ORT parece inmenso. “El proyecto continuará el año próximo porque la profesora que está en quinto va a tomar toda la información que los estudiantes desarrollaron en cuarto para producir productos a partir de los biomateriales que ya saben hacer”, agrega Paula. El viaje de transformación para salvar al planeta recién comienza y cada vez cuenta con más guardianes. (InfoGEI)