Mientras los casos de coronavirus en el país se mantienen estables y en un número bajo y el plan de vacunación sigue avanzando, el Gobierno anunció la flexibilización de medidas de control para combatir la pandemia de coronavirus: ya no será necesario sostener el control de temperatura corporal y el rociado de manos con alcohol en los accesos a edificios.
También deja de ser obligatorio la implementación de turnos programados, las sanitizaciones y otras medidas adicionales, “a menos que se entiendan fundamentales para el desarrollo de la actividad”.
Las únicas recomendaciones que deben mantenerse, aclara el comunicado, son las de utilizar tapabocas en espacios compartidos cerrados y abiertos (solo no es obligatorio su uso cuando se circula al aire libre a más de dos metros de distancia de otras personas), mantener la distancia mínima de dos metros entre personas, asegurar una adecuada ventilación cruzada y continua en los ambientes, así como mantener el lavado frecuente de manos.
Sin embargo, el texto aclara que “las instituciones y demás organismos podrán establecer las medidas que entiendan pertinentes y necesarias para el desarrollo de cada actividad en particular” y tendrán la posibilidad de instrumentar medidas sanitarias adicionales según la actividad.
La decisión es tomada en función del porcentaje de población que completó su esquema de vacunación. Según las cifras oficiales, el 58,9% de la población total ya recibió las dos dosis. Además, la medida contempla la disminución de las hospitalizaciones y las muertes por más de 23 semanas. (DIB)