(Por Victor Calvigioni)La forma milimétrica con que realizan su tarea es asombrosa y habla de una inteligencia previa. La única forma de realizarla es contar con componentes de «respetables» vecinos que se «disfrazan» de circunstanciales clientes. La pregunta del millón es ¿Quién es el cerebro de la banda?.
Un acertijo que la pesquisa no puede descifrar. Los «Rompe cajas fuertes». Los boqueteros hacen la inteligencia previa (algo difícil en localidades pequeñas). Saben el movimiento económico, la disposición de las cajas fuertes y como funcionan las alarmas . Los cacos llegan, ejecutan el hecho delictivo y se van. Los investigadores pese a los modernos elementos que cuentan, cámaras de seguridad, programas de rastreos de llamadas telefónicas, huellas dactilares etc, etc, etc.. No pueden descubrirlos. Cada uno de los asaltos al corazón económico de las empresas (caja fuerte) es un calco. El acertijo hasta ahora fue imposible de resolver. El balance económico habla de perjuicios de más de 2 millones de pesos. En nuestra zona no debe haber más diez malvivientes preparados para este tipo de delito.
Los hechos más sobresalientes
En setiembre de 2012 la Cooperativa de El Arbolito sufrió el robo de una fuerte suma de dinero. Los delincuentes habrían ingresado por una ventana a la que le levantaron la persiana y rompieron el vidrio, abriendo una caja fuerte con amoladoras. Se llevaron más de 50 mil pesos en efectivo. Los vecinos del pequeño pueblo no vieron ni escucharon nada sospechoso.
En junio de 2013, autores ignorados ingresaron en la sede central de la Cooperativa de Carabelas, violentaron la caja fuerte y se llevaron una importante suma de dinero en efectivo.Los delincuentes habrían ingresado por los techos ya que se encontraron tres orificios, se dirigieron hacia la sala de reuniones para violentar las dos cajas fuertes, con amoladoras y discos de corte, y alzarse con el botín: una importante suma de dinero en efectivo.Lo sorprendente del hecho es que fueron desactivadas las alarmas sin encontrarse signos de violencia en los equipos de sistema de seguridad
En octubre de 2013, ingresaron en el depósito de productos para el campo que tiene la Cooperativa de Carabelas en la ruta nacional 188, en el kilómetro 110. Los delincuentes accedieron al predio, en donde se despacha combustibles y diferentes productos relacionados al sector agropecuario. Los ladrones realizaron un agujero en la pared , además de romper el alambre olímpico que da al campo lindero.
El valor de los productos robados fue de 100 mil pesos.En febrero de 2008, una banda ingresó a la Cooperativa de Carabelas en la sede de Rafael Obligado. Los cacos rompieron una ventana que da a una oficina de la planta y, evitando el sensor, cortaron el cable de la alarma, demostrando evidente conocimiento de la disposición del sistema de seguridad. Luego se dirigieron a la caja fuerte para abrirla y llevarse el botín. En marzo de este año la delegación Carabelas del Banco de la Provincia de Buenos Aires volvió a estar en la mira de delincuentes. Esta vez fue el cajero automático el objetivo de los maleantes que intentaron sustraer dinero, aunque sin éxito.
Los delincuentes utilizaron pintura sintética en aerosol para inutilizar las cámaras de seguridad, y a continuación se introdujeron en la dependencia donde está el cajero automático, intentando forzarlo y apoderarse del dinero.No obstante, al funcionar la alarma instalada en la dependencia, los maleantes presumieron la inminente llegada de la policía y se dieron a la fuga sin poder llevarse nada.
En Colón
En la firma Cestari (fábrica de Tolvas)los ladrones habrían llegado en un auto por una calle que es circundante a la fabrica, ubicada en avenida Eva Perón, entre calle 55 y 56. Seguramente el auto se marchó para no despertar sospechas y entre dos y cuatro malvivientes saltaron el perímetro de alambre y una vez en el interior del predio se dirigieron a la principal edificación que tiene el techo de chapa galvanizada. Los cacos habrían tenido una moderna amoladora realizando un boquete en el techo del galpón principal. Con sogas (la altura es de varios metros) se descolgaron y comenzaron su periplo.
Los ladrones altamente preparados fueron a la caja donde se manejan las alarmas, y aunque habrían comenzado a sonar los visitantes lograron anularlas. (un calco de lo acontecido en Coop. de Carabelas). Una vez que estaban libres del sistema de vigilancia se dirigieron a la caja fuerte que se encuentra en la oficina de Juan Cestari. Los «boqueteros» con un taladro eléctrico de alta velocidad atacaron una pesada caja fuerte. Cuando la mecha realizó su trabajo los cacos abrieron fácilmente la puerta y del otro lado se encontraba el botín.
En la Municipalidad de Colón en febrero de 2012, y utilizando una amoladora, abrieron la caja fuerte y se llevaron dinero en efectivo. Los malvivientes que serían cuatro habrían ingresado por el portón de alambre de calle 52, dirigiéndose al edificio donde existe una puerta de chapa sin cerradura. Luego transitaron por el patio interno, y rompiendo sólo un vidrio tuvieron a su disposición toda documentación del Municipio de Colón.
Cabe agregar que en ese momento no había alarmas conectadas, ni cámaras de seguridad ni tampoco un sereno. Una fuente indicó que en el interior de la caja fuerte violentada había escrituras, documentos, y cheques. En junio de 2007, los cacos ingresaron a la firma Mazzieri y fueron con la intención de abrir la caja fuerte en busca de dinero. También atacaron la caja fuerte
En diciembre de 2000, autores desconocidos, ingresaron a la Cooperativa Eléctrica de Colón y luego de forzar tres cajas fuertes se llevaron $8500 en efectivo y 350 cheques de terceros, por un valor de 95 mil pesos.
Según trascendió en aquel momento, los ladrones habrían ingresado por una ventana situada en la oficina del contador. La presunción quedó confirmada por peritos policiales al hallar huellas de escalamientos en la respectiva pared.
Con total tranquilidad abrieron una caja fuerte que se encontraba en la oficina de la gerencia, y donde habrían hallado los valores al cobro por un valor de 95 mil pesos. La firma Montanari en julio 2010, los malvivientes habrían ingresado por calle 15, saltando una reja y en forma posterior recorrieron un patio interno al edificio, llegaron a una pared, realizaron un boquete y pudieron conectarse en una pequeña oficina donde se encuentra una pesada y antigua caja de seguridad.
La caja es difícil de ser abierta por lo que además los malvivientes tuvieron consigo la suficiente infraestructura para forzarla lo que habla de una organización aceitada y con experiencia. La alarma estaba activada pero por el sitio que entraron los ladrones impidieron que los alcancen los sensores.
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