El Expediente Judicial: La muerte de un comerciante, un suicidio y la inocencia del presunto culpable

(Por Victor Calvigioni) En los últimos días de marzo de 2004, una mujer que se encontraba caminando en el predio del Lago Municipal se topó con un macabro hallazgo.  Entre las luces y sombras del amanecer divisó la silueta de un  hombre colgado de un árbol.

En la escena se hizo presente la instructora judicial Susana Gandolfo y efectivos de la comisaría de nuestra ciudad. Los uniformados vallaron el lugar a la espera del perito Inspector Guillermo Conti perteneciente a la Fiscalía General de Cámara de Pergamino.

El joven suicida fue identificado como Marcelo Roncio de 28 años de edad, domiciliado en el barrio Mirador del Lago.

El suicida habría tomado la triste determinación aproximadamente a las 3.30 del lunes 28 de marzo. El cadáver fue avistado a la seis de la mañana por una mujer que realizaba su caminata matinal por el sendero adyacente al espejo de agua.

El lugar que eligió el joven para quitarse la vida se encuentra a 100 metros de la entrada principal al Lago y poco antes de llegar al camino de ingreso al club Alianza.

Este periodista estuvo en el sitio y le llamó poderosamente la atención la delgadez de la rama por donde Roncio, pasó el cable de unos cuatro milímetros de grosor para luego ahorcarse.

Además, no pasó desapercibido que Roncio prácticamente estaba casi en cuclillas, apoyando parte de las piernas en el suelo. La autopsia realizada por los médicos forenses. El perito calculó la muerte aproximadamente entre las 3.30 y 4 de la madrugada.

      Los altercados

En ese momento, fuentes cercanas a su familia, en las horas previas a su muerte, Roncio habría mantenido dos fuertes altercados con individuos de nuestra ciudad. Una de ellas en la cortada Severo Sosa, con una persona que años después permanece desaparecido y es de apellido Portales. Las huellas de la disputa habían quedado reflejada en el mentón y la nariz del muerto. Por otro lado, cerca de las 23 del domingo, el joven señaló a familiares que iba hacia el Lago Municipal. Los trascendidos indican que sufría una gran depresión. Antes de partir se habría despedido de algunos amigos diciendo que se iba a matar.

Según se pudo saber personas allegadas y preocupadas por que no regresaba a su casa salieron a buscarlo. En este sentido, las 3.15 de la madrugada habrían buscado en varios sectores del predio sin encontrar a Roncio. El sereno habría avisado a la policía. Las versiones indicaban que los propios uniformados habrían buscado sin hallar al desaparecido. Las presunciones  fueron muchas  Una de ellas que Roncio se habría escondido y una vez que se retiraron los familiares y policías tomó la triste determinación.

El árbol elegido presuntamente por Roncio, no tenía un gran porte a igual que la rama que sostuvo el cuerpo durante más de 8 horas. Las marcas del cable en la corteza de la rama, a pesar de estar verde no eran muy profundas y a simple vista no se condecían con el peso del ahorcado.

                                              La autopsia

La autopsia realizada en la morgue judicial y algunos datos menores despejaron las dudas. En la mano se encontraba una mancha blanca. El perito Conti encontró la explicación. La mancha blanca era excremento de pájaro que quedo adherido en la piel cuando el suicida se deslizó hacia abajo por la rama. El mecanismo para el suicidio habría sido dar un salto hacia delante lo que habría provocado un fuerte golpe en el cuello y la fractura del mismo.

El dato más importante fue el color de las cuerdas vocales. Las mismas estaban enrojecidas lo que demostraría que estaba vivo al colgarse. Si las mismas hubieran estado ennegrecidas hubiera sido un claro mensaje que Roncio habría sido colgado luego de matarlo.

                                          Acusado de homicidio

Marcelo Roncio había sido acusado de haber dado muerte a Carlos Teodoro Montagna en la madrugada del jueves 30 de octubre de 1997.  El supermercado estba ubicado en calle 19 y 47(actualmente casa de artículo del hogar)

La víctima fue encontrada en el baño del supermercado «San Carlos». Los peritos describieron que Montagna estaba vestido con pantalón, remera y una campera, sus pies estaban descalzos y los zoquetes blancos tenían manchas de tierra. Un zapato (izquierdo) estaba ubicado en la parte exterior del baño a un metro y medio del cuerpo y el derecho a medio metro.

El médico forense Ramón Crocia y el médico policial Mario Pilotti dijeron que la muerte sobrevino por paro cardiorrespiratorio no traumático.

La investigación del caso, puso en la mira de las sospechas a Roncio. Los pasos seguidos por el sospechado la madrugada de la muerte del comerciante fueron investigados. La pesquisa determinó que siendo las 0.05 del jueves 30 de octubre, Roncio había estado conversando con amigos en una sala céntrica de videojuegos.

Poco después se trasladó  a una casa particular e integró una partida de “Monte”. El acusado de homicidio perdió el juego y salió de la vivienda en busca de dinero. La justicia lo acusó de haber ingresado al supermercado “San Carlos” para robar. La hipótesis de los uniformados era que el sospechado rompió los vidrios de una ventana que daba al predio de descarga de mercadería. Roncio en la maniobra se habría cortado la mano.

Los rastros de sangre dejados habrían marcado que entró a la oficina principal y abrió los cajones del escritorio donde se abría apoderado de las monedas que había en un recipiente. Presuntamente al ingresar Montagna al local siendo las 5 de la madrugada se encontró con Roncio. El susto o el probable forcejeo precipitó el paro cardiaco del comerciante.

                                          Roncio Inocente

Marcelo Roncio estuvo preso por el caso Montagna desde el 3 de noviembre de l997 (día de su detención) hasta el 18 de julio de l998. La causa judicial llevó el número 5806. La libertad del colonense fue dispuesta por entonces titular del Juzgado Nº 3, Dr. Emil Jalil.

La causa estuvo caratulada Homicidio en ocasión de robo. El acusado estuvo detenido en la Cárcel de Junín. Las pruebas de ADN marcaron que la sangre esparcida en el local del supermercado eran las de Roncio.

La inercia de la caída de las gotas de sangre en el piso, marcaban que había ingresado por una ventana trasera, recorrido un largo pasillo y luego de subir unas escaleras, regresaban hacia la ventana trasera.

                              El final con errores de procedimiento

Los errores de procedimiento y las dudas del caso hizo que el magistrado Emil  Jalil le dictara el sobreseimiento definitivo. En un reportaje Roncio se declaró “inocente” y dijo que al momento de la muerte de Montagna “estaba en su casa” y agregó “ no estuve en el supermercado esa noche”. El reportaje concluyó “ la vida en la cárcel es dura, existe mucha gente pesada.

En el pabellón de máxima seguridad estaba el “gordo” Valor, pero otro colonense, detenido por robo me enseño a moverme. Los amigos ni siquiera me escribieron una carta de 75 centavos. Mis padres y familiares me visitaban cada quince días y a ellos le agradezco, quiero rehacer mi vida, no soy culpable de nada, creo que tendré que irme a otra ciudad, para lograrlo. Solo espero poder hacerlo”.