(Por Victor Calvigioni) En enero de 2009, un jóven domiciliado en Pearson fue encontrado muerto con un balazo en el pecho. La policía de la Comisaría 11 de Juncal, perteneciente a la Unidad Regional VI, inicio las actuaciones de oficio. El cadáver fue hallado a las siete de la mañana en el paraje denominado «Puente Negro». El sitio está situado a tres kilómetros del casco urbano de la pequeña localidad santafesina. Los policías al llegar encuentran un cuerpo en posición cúbito dorsal.
El torso estaba desnudo y había abundante sangre que salía de una herida que se observaba a simple vista. La causa de la muerte fue un disparo de arma de fuego cuyo proyectil impactó en la humanidad de la víctima. La herida estaba situada en el pecho de la víctima, sobre el lado izquierdo y debajo de la tetilla. El proyectil atravesó el corazón. El muchacho falleció instantáneamente. La bala según las pericias pertenecía a un calibre 22. La bala realizó una zigzagueante trayectoria alcanzando partes vitales.
Tras las pericias de práctica las autoridades policiales, pudieron identificar el cadáver. Se trataba Carlos Saúl López, argentino, de 20 años de edad, estado civil soltero, con domicilio en Barrio Villa Duffy de Juncal, (pero originario de Pearson) y poseedor del Documento Nacional de Identidad 33.569.792.
El pearsense se encontraba realizando tareas de sereno. Su quehacer era cuidar las herramientas y maquinarias de la Empresa Milicic. En ese momento se realizaba el dragado del canal de Juncal.
Las pesquisas encontraron sobre el puente del arroyo una pistola, calibre 22. La misma estaba muy cerca del cadáver. El arma de fuego sería propiedad de la persona muerta, y además tenía fallas en el funcionamiento. La pistola cuando se gatillaba se trababa y no salía el disparo. El Médico de Policía procedió a realizar la correspondiente autopsia y en el bolsillo del muerto se le habría encontrado capsulas servidas del arma.
El personal de la Agrupación Unidades Especiales de la Policía de Santa Fe se presentó en el sitio del homicidio realizando un trabajo de campo y relevando posibles testigos, rastros y pistas dejadas por el presunto asesino. Lo encontrado fue mínimo y no sirvió para imputar a una persona o grupo de personas. En una primera instancia actúo el Juzgado de Instrucción 2ª Nominación en feria de la ciudad de Rosario; quién ordeno el examen de autopsia y para tal fin fue remitido al Instituto Médico Legal de la ciudad de Rosario.
El disparo
El disparó realizado habría sido de corta distancia y el proyectil afecto arterias y venas del corazón.
La causa recayó en el Juzgado de Instrucción de Villa Constitución a cargo del Dr. Rubén Osvaldo Bici y la encargada de la investigación es la fiscalía del Dr. O Chapelo.
. Sospechoso
En la causa judicial existió por lo menos una persona sospechada de haber estado con la víctima momentos antes de producirse el trágico desenlace. Sin embargo no hubo pruebas suficientes para librar su detención.
En un primer momento el expediente judicial habría salido con pocos indicios y declaraciones.
El Juzgado de las personas llamadas a declarar para tratar de armar el rompecabezas de los minutos anteriores a la muerte de López y que es lo que realmente pasó no aportaron mayores datos.
Dos hipótesis
La aparición de balas en el bolsillo de la víctima y las pericias realizadas sobre el arma. Podría haberse tratado de un accidente y de una muerte no querida por el agresor. La otra podría ser que se trató de un asesinato tras una discusión.
El agresor tomó el arma de fuego y disparó desde corta distancia contra López causándole la muerte. Las hipótesis quedaron difusas.