El escenario fue la estación ferroviaria Once de Septiembre del barrio porteño de Balvanera, pero los protagonistas vivían a más de 350 kilómetros de allí. No hubo casi cruces de palabras en ese momento, ni posibilidad de arreglar la disputa, como debe ser, hablando. Al menos porque uno de ellos, Inchauspe, apuntó con su arma y no dudó en disparar contra la humanidad de Scaricabarozzi. Allí, sobre el piso sucio de la estación que había sido transitada todo el día por trabajadores, cayó. El sonido dejó atónito a la poca gente que aún quedaba en el lugar. Corría el año 1919, y el intendente de Pehuajó había matado al subcomisario. La noticia sacudió a la comunidad de unos 20.000 habitantes, aunque no ganó las tapas de los diarios que circulaban por Buenos Aires, en tiempos de hechos como “la semana trágica” o el impacto de la “gripe española”.
El conflicto entre Clemente Inchauspe y el subcomisario Scaricabarozzi venía desde hacía varios meses. El dirigente había llegado a la intendencia tras las elecciones de marzo de 1918, las primeras libres celebradas en la provincia de Buenos Aires luego de su intervención federal por orden del Gobierno de Hipólito Yrigoyen, que depuso al gobernador Marcelino Ugarte, del Partido Autonomista Nacional. En las urnas, la Unión Cívica Radical arrasó y en Pehuajó permitió que Inchauspe asuma el control de la ciudad.
En épocas donde la violencia política era moneda corriente, la casa del jefe comunal había sido baleada, y éste reaccionó acusando a la Policía de la falta de control. Responsabilizó públicamente al subcomisario, a cargo de la delegación local, y eso alimentó aún más la mala relación que mantenía con el “hombre de la ley”. Sin embargo, el efectivo tenía “banca”, como suele decirse. Era hermano del entonces diputado provincial Agustín Scaricabarozzi (h), y eso lo convertía en un personaje difícil de remover.
Sobre los rieles
Según se cuenta en el libro HDP (Historias de pehuajenses), de los periodistas Roberto y Emanuel Rodríguez, el desenlace del conflicto se trasladó a la estación de Once de Buenos Aires. Allí se encontraba el subcomisario junto a su familia, despidiéndose de ellos para volver a prestar servicios a Pehuajó. El intendente, acompañado por su cuñado, también estaba en el lugar y al parecer el único objetivo del viaje era “ajustar cuentas”.
Inchauspe sacó el arma y disparó. Scaricabarozzi cayó sin que los brazos de su esposa pudieran hacer algo. El agresor, como tomando conciencia de lo que hizo, o resignado, se quedó en el lugar. El arma todavía humeante estaba en su mano. Tanto él, como su acompañante, no tardaron en ser detenidos por la seguridad que llegó al andén, en medio de los gritos de horror de los presentes.
La noticia corrió rápidamente y llegó a La Plata, donde el hermano del subcomisario se encontraba disfrutando de una noche de corsos en ese marzo de 1919. Allí, el entonces legislador movió sus influencias para que el hecho no quede impune e Inchauspe termine tras las rejas por un buen tiempo.
La sombra de la gripe
Por esos tiempos, el país tenía otra preocupación sobre sus espaldas. A la ya conocida matanza de obreros de “la semana trágica”, que había ocurrido en enero de ese año, se sumaba la “gripe española”, que azotaba al mundo desde 1918 y que provocó entre 50 y 100 millones de muertes e infectó a unos 500 millones de personas.
La gripe recibió ese nombre porque España, país neutral en la Primera Guerra Mundial, no censuró la información de lo que estaba ocurriendo. En la Argentina, se calcula que su paso dejó unos 15.000 muertos desde Buenos Aires hasta la frontera norte del país. Según investigó el historiador y demógrafo Adrián Carbonetti, la enfermedad ingresó por el puerto de Buenos Aires, avanzó en dos oleadas y permaneció latente hasta el invierno de 1919.
En este contexto complejo, en Pehuajó la preocupación pasaba por la futura conducción de la ciudad. Por eso el renovado Concejo Deliberante se reunió de urgencia y designó al presidente del referido cuerpo, Francisco Gortari, para hacerse cargo de la situación. El dirigente se mantuvo al frente interinamente por espacio de una semana, y el 17 de marzo de 1919, quedó investido como titular del Ejecutivo, función que ejerció hasta 1921, donde las urnas terminaron de enterrar la historia de Inchauspe. (DIB)